Lo han vuelto a hacer. Como ya ocurriera con otras leyes dogmáticas y propagandísticas, véase la Ley de Violencia de Género (LVG) o la Ley de Protección a la Infancia (Ley Rhodes), en las que con el pretexto de salvar a las mujeres o proteger a los menores, utilizaron, como carroñeros, tragedias reales como son el asesinato de mujeres o hijos a manos de sus parejas o padres varones. Queriéndonos inculcar que este tipo de crímenes sólo podían ser cometidos por varones en base a un odio intrínseco del hombre hacia la mujer. Ahora, y al hilo de esa falsa “protección a los menores y a sus madres” tienen pensado volver a mancillar la ley, la justicia, la lógica, la razón y hasta la realidad.
Ya que en esta ocasión y a través de un anteproyecto de ley aprobado por el gobierno social-comunista-etarra-independentista… ( y porque de momento no dejan entrar a los animales en el Congreso, como hizo Calígula con su caballo Incitatus, ya que si no a buen seguro que Pedro Sánchez barajaría tenerlos como socios con tal de seguir un minuto más en la Moncloa ) quieren modificar el código penal para que se pene en mayor grado los filicidios que sean cometidos por padres varones, en contraposición a si estos asesinatos son cometidos por las madres. Es decir, quieren volver a vulnerar, como ya hicieron hace 20 años con la LVG, uno de los principios básicos de cualquier democracia y estado de derecho, como es la igualdad ante la ley, en concreto y en nuestro ordenamiento jurídico el art. 14 de la Constitución Española.
Con la LVG se escudaron, para vulnerar de forma flagrante este principio básico y fundamental, en que los varones, en el ámbito de la pareja, cometían más asesinatos sobre mujeres que viceversa. Cosa que, aun siendo cierta, no puede obviar que también se cometen asesinatos perpetrados por mujeres sobre sus parejas varones. Aunque de estos últimos crímenes se haya borrado todo rastro estadístico-oficial y quien quiera conocerlos tendrá que hacer una investigación aunando y rebuscando casos entre la prensa local. Como, por ejemplo, tuvo que realizar la Asociación ANAVID en la que solo en 2024 recopiló 34 asesinatos de hombres en el ámbito doméstico, de los cuales, 7 fueron cometidos por mujeres sobre sus parejas o exparejas varones. Lo que viene a ser, anualmente, alrededor de un 20% de los crímenes que se producen entre parejas heterosexuales.
En este enlace pueden acceder a esta magnífica labor de investigación llevada a cabo por la Asociación ANAVID.
En un país y una sociedad normales, donde su clase política e instituciones no estuvieran podridas, el hecho de que se produjeran más o menos asesinatos de un sexo sobre otro nunca podría ser motivo para crear una ley, un relato y toda una maquinaria que vive de ello, que discriminara a uno de los dos sexos. Ya que independientemente del número de víctimas de uno u otro sexo, el tipo de delito seguiría siendo el mismo. Es por ello, por lo que en ningún otro país del mundo han sido tan irracionales y desvergonzados como para crear una ley que persiga delitos penales de autor, es decir, que se persiga y se pene en distinto grado al delincuente, en el caso que nos ocupa, si el autor es un hombre y no por el acto delictivo cometido en sí.
Pero en España, por el contrario, siendo el único país del mundo en el que en sus leyes se discrimina por razón de sexo, la mayoría de la sociedad, anestesiada e idiotizada por unos medios de comunicación afines a las subvenciones institucionales y la propaganda que les suministra el poder político, ha aceptado con naturalidad y de buen grado esta aberración legislativa.
De la misma forma que, por ejemplo, también ha aceptado y normalizado que quien roba ( ocupa ) una vivienda, el bien más preciado y costoso que puede adquirir una persona, no tenga ninguna repercusión. Pudiendo robar una casa detrás de otra sin que le ocurra absolutamente nada a nivel penal, ya que la ley le ampara, siempre y cuando, una vez robada la vivienda, se quede dentro de ella “ocupándola”.
Son estas extrañas circunstancias que solo se dan en un país como el nuestro y que serían difíciles de explicar a cualquier otro “homo sapiens” que no resida en España y que sin duda quedaría ojiplático al ver el nivel de estupidez alcanzado en nuestra sociedad. Algo parecido a como se quedó Harrison Ford en “Blade Runner” cuando el replicante dice: “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais“.
Cosas, que por desgracia el “homo hispánicus”, una rama del género “homo” que está involucionando hacia la estupidez absoluta, ha normalizado. Aceptando de buen grado que los políticos a los que vota hayan creado una basura legislativa de tal calibre, que tarde o temprano terminará afectándole y arruinándole la vida.

Bueno, aceptado y tragado hasta el día en que le llegue su “San Martín” y, por ejemplo, le pongan una denuncia falsa por violencia de género, si es hombre, claro, o le ocupen su casa; entonces esa o ese “homo hispánicus” recibirá un golpe de realidad. Como le ocurrió recientemente al tal Monedero, a Errejón o al actorcillo ese, Daniel Guzmán, un hipócrita, progre de boquilla y defensor de la ocupación, hasta el día en que ocuparon una de sus muchas viviendas y contrató unos matones, como buen “fascista”, para que echaran a los ocupas de su casa a golpes.
Las madres, históricamente, matan más a sus hijos que los padres
Pero si con la ‘violencia de género” se escudaron en la aritmética para defender su existencia, ahora, con la “violencia vicaria“ ya ni eso, ahora ya van con todo, como Pedro Sánchez, con el miembro fuera. Qué más da que histórica y estadísticamente las madres siempre hayan asesinado más a sus propios hijos que los padres, se oculta, como han hecho durante los últimos 20 años con los hombres asesinados por sus parejas mujeres, y punto.
Y para ocultarlo cuentan con los medios de comunicación que, previo cobro de unas jugosas subvenciones, dan publicidad a unas estadísticas oficiales, en las que únicamente se recogen los filicidios cometidos por los padres y se ocultan los cometidos por las madres, repitiendo hasta la saciedad el dogma: “violencia vicaria machista“. Y claro, también cuentan, con millones de “homos hispánicus”, ya que saben, como Pedro, que esta especie de “homo” traga con todo.
Según un registro estadístico y oficial de los filicidios contabilizados desde el año 2007 al 2022, cometidos entre padres y madres, las madres cometieron más filicidios que los padres (1), ascendiendo en total a 50 los menores asesinados durante esos 15 años, 26 por madres y 24 por padres. Y ya les digo yo que esta estadística, que tuvieron que sacarle al gobierno de Pedro Sánchez con un par de alicates y un soplete, está más recocinada que una encuesta de Tezanos, y que la diferencia real de menores asesinados a manos de las madres sería aún mayor.
Ya que resulta sorprendente, que, observando ahora las estadísticas oficiales de los filicidios contabilizados durante los últimos 12 años, de 2013 a 2025 (2), las cuales se publicitan por todas las televisiones, pero en las que solo se contabilizan los filicidios cometidos por padres varones, la cifra ascienda a 65. Resultando incompresible que, en esta última estadística, donde solo se contabilizan los filicidios cometidos por hombres, del año 2013 al 2022 sumaran 51 filicidios, mientras que, en la anterior estadística, la que quisieron ocultar y en la que se abarcaba un margen de tiempo más amplio, de 2007 a 2022, sumando, además, los filicidios cometidos por padres y madres, solo se contabilizaran 50. ¿Cómo es esto posible? Evidentemente el gobierno de Pedro Sánchez, una vez más, está mintiendo y maquillando los datos.
En esos dos últimos hipervínculos (1 y 2) se pueden consultar estos dos documentos oficiales tan contradictorios.
No obstante, dando por buenos los datos oficiales de esta primera estadística en la que se compararon los filicidios cometidos por padres y madres. Y siguiendo con la “lógica aritmética” usada para defender la “violencia de género“, es decir, ver que sexo comete más asesinatos y elaborar una ley que sólo proteja a las víctimas del sexo que más asesine a sus hijos y sancionarle con penas más severas, que, en este caso, son las madres. Lo “lógico”, hubiera sido promover una ley que protegiera y reconociera como víctimas únicamente a los menores asesinados por sus madres y a los padres de esos niños asesinados, penando en mayor grado a las madres.
Pero, sin ser juristas ni falta que hace ¿Verdad que les suena mal? ¿Verdad que suena aberrante? ¿Qué pasaría entonces con los menores asesinados por sus padres y con las madres de esos niños?
Pues eso es exactamente lo que se hizo y sigue ocurriendo desde hace más de 20 años con la “violencia de género”, al fomentar que se haya masacrado civilmente a millones de hombres y padres varones inocentes. Y lo que, ahora, incluso teniendo en contra esa “lógica-aritmética” totalmente perversa e irracional, se pretende volver a hacer con la “violencia vicaria”.
Hace falta ser un mal nacido y un hijo de perra para jugar con estas tragedias, utilizando la muerte de estos menores para promover este tipo de legislación con el único fin de obtener un rédito electoral. Sabiendo, además, que está basada en falsedades, es injusta y sin duda va a destrozar muchas vidas. Y también hace falta rozar el retraso mental para creerse una bazofia como la “violencia vicaria machista”.
Una bazofia ideológica que se inventó la supuesta “psicóloga”, más bien habría que llamar activista feminista, Sonia Vaccaro, en la que “olvidó” meter en la ecuación de los filicidios cometidos para hacer daño al otro progenitor, los que cometen las madres.
Por cierto, y teniendo en cuenta que fue una senadora del Partido Popular quien solicitó, en un ataque de integridad o rebeldía contra su jefe (el Sr. Feijóo), que el gobierno facilitara los filicidios cometidos por sexos desde el año 2007 al 2022, sería bueno conocer si el Sr. Feijóo y su partido votarán a favor de este anteproyecto del gobierno en materia de “violencia vicaria”.
Aunque viendo como el Partido Popular ha votado a favor de todas las leyes ideológicas de la izquierda, como la LVG o la Ley Rhodes, es fácil adivinar que volverán a dar un sí.
Quizá, como le ocurre ahora con el tema de la inmigración ilegal, cuando la realidad le explote y las encuestas se lo indiquen, el Sr. Feijóo reniegue de todos los apoyos dados a estas leyes ideológicas de la izquierda y diga donde dije digo, digo Diego. Pero ya será tarde y mucha gente se lo recordará y desde luego no olvidará.
Fernando Arias Clemente. Guadalajara
NOTA DE LA REDACCIÓN: EL HERALDO DEL HENARES acepta el envío de cartas y artículos de opinión para ser publicados en el diario, sin que comparta necesariamente el contenido de las opiniones ajenas, que son responsabilidad única de su autor, por lo que las mismas no son corregidas ni apostilladas.
EL HERALDO DEL HENARES se reserva la posibilidad de rechazar dichos textos cuando no cumplan unos requisitos mínimos de respeto a los demás lectores o contravengan las leyes vigentes.
El Heraldo del Henares


