El pasado fin de semana, decenas de cargos públicos del PSOE de Guadalajara se reunieron con motivo del día de Todos los Santos en el cementerio municipal de la capital, para su tradicional homenaje anual a los militantes del Partido Socialista que fueron fusilados por la represión franquista.
Crónica de Andoni Madrid
Acto, que según el exalcalde y ahora diputado nacional Alberto Rojo “no va contra nadie, y es un acto a favor de fomentar valores esenciales y fundamentales como son la igualdad, solidaridad y justicia social”.
Mensaje igualmente compartido por el allí presente Pablo Bellido, secretario provincial de los socialistas alcarreños y actual presidente de las Cortes de CLM, que lo defendió como un acto con doble objetivo: por un lado, para honrar a los hombres y mujeres del Partido Socialista que cayeron en el régimen franquista y por otro lado como homenaje a las personas que defendieron y defienden la democracia y la libertad frente a la frivolidad de las dictaduras.
Para este ciudadano de a pie este acto no es más que un acto claro de demagogia barata contra la derecha política, con un mensaje de pseudo libertad encubierta que manejan los socialistas según les conviene, y bajo un disfraz de pseudo justicia contra la oposición política que, en palabras de Alberto Rojo, “protege una supuesta tolerancia a los regímenes dictatoriales”.
Resulta contradictorio, porque esa libertad tan defendida por los socialistas en todas sus aristas políticas brilló por su ausencia al imponer allá por 2021, y bajo el mandato de Alberto Rojo, la retirada por el artículo 33 del nombre de varias calles de la capital por supuestamente tener tintes franquistas para ser sustituidas por nombres de figuras femeninas relevantes de la historia, como fue María Pacheco, Margarita Salas o Brianda de Mendoza, y que contó con la oposición del 96% de los vecinos encuestados.
Olé y olé esa libertad y democracia en la elección de los nombres de calles que nos vendió el exalcalde socialista Alberto Rojo, demostrando una vez más que los socialistas cuando no tienen argumentos resucitan al general Franco para atacar a la oposición e imponer su vacío programa electoral, sin contenido ni futuro y con muchos compromisos incumplidos como se ha demostrado. Porque, señor rojo, ¿cuando ahora habla de libertad y democracia no se acuerda que Ud. ejerció su mandato a base del artículo 33?’
Desde mi humilde ignorancia, sin entrar en otras cuestiones de las biografías de las mujeres mencionadas, sí que me gustaría saber cuáles fueron las contribuciones históricas a la ciudad de estas damas merecedoras de tales placas en seis calles de la ciudad como aseguraron los políticos socialistas del entonces consistorio capitalino.
Como ejemplo, que se sepa, María Pacheco, noble castellana y descendiente del I Marqués de Mondéjar y II Conde de Tendilla, no fue precisamente conocida por sus contribuciones a la ciudad de Guadalajara, y sí por liderar la resistencia de los comuneros contra las tropas de Carlos V.
Por eso, el ciudadano de a pie se pregunta si este movimiento comunero se puede interpretar como un ejercicio de resistencia contra la opresión y desigualdad que tanto dice defender, aunque solo sea de boquilla, la izquierda política moderna, o es un movimiento centralista en contra de la España descentralizada que también dice defender la izquierda.
De aceptar esta reflexión, este ciudadano lo tiene claro y prefiere el mundo de fantasía de calles con el nombre de Walt Disney o Mago de Oz, o Rotundifolia, frente a ideales de izquierda encubiertos en calles con nombre de comuneras, ¿o no?
Señores del PSOE, quizá sea hora de dejar de utilizar el pasado para enfrentar el presente y dar carpetazo a estos episodios que fueron parte de nuestra historia y no removerlos en actos demagogos.
Recordemos además que estos cambios en el callejero capitalino fueron precedidos de “falta de rigor histórico”, ya que los nombres que quitaron incluso cumplían con la sectaria y polarizadora Ley de Memoria Histórica.
Así que, señor Rojo, háganos un favor, dedíquese a otros menesteres, aunque sea chupando del frasco de cargo en cargo, pero que sea fuera de la ciudad, como ahora, en el Congreso de los Diputados, para que esta avance con propuestas de futuro, no enfangada en un lejano pasado que a nadie importa ya y así los guadalajareños podremos olvidar cuanto antes los pufos sociales, económicos y políticos que dejó tras de sí por su incompetencia como alcalde. ¿O no?
El Heraldo del Henares


Cuando se habla de represión franquista, combendria definir represión.
Es represión, a los responsables de asesinatos múltiples, juzgar y cumplir la sentencia.
El Rojo y el Bellido, sanchistas hoy por la gracia del «guapo Antonio», huelen ya a naftalina y siguen dando la «turra» con el franquismo porque como les saques de ahí, no dan pie con bola… Por cierto, a ver cuando se llevan al cementerio la lápida en recuerdo de los guadalajareños que anduvieron por los Campos de Concentracion, que por cierto, estos demagogos ni saben quienes fueron. Si se quitó a Jose Antonio del parque no sé a que viene que hace 2 años se le encendiera la bombilla al Vega (Diputación) y a alguno de estos, venir con ese cuento de los Campos a estas alturas… Se olvidan que esto es un Parque y se llama de la CONCORDIA… Pues eso. Alcaldesa Guarinos, no se que esperas para poner las cosas en su sitio…