miércoles , 12 noviembre 2025

El Nobel de la vida para el Dr. Julio Mayo a título póstumo

¿Para cuándo? La vida no es un premio. Es mucho más que todos. Es un regalo infinito. El Premio Nobel se anuncia en octubre de cada año. La entrega de premios se celebró el 10 de diciembre.

Alfred Nobel estipuló en su testamento que su fortuna debería destinarse como recompensa a «aquellos que durante el año anterior, hayan aportado el mayor beneficio a la humanidad«. Esto sí es digno de considerar . «Quienes hayan aportado el mayor beneficio a la humanidad«.

El Comité Noruego del Nobel se encarga de regular o escoger a cinco intelectuales seleccionados previamente por votación en el Parlamento Noruego. Pero «la vida» es mucho más que la inteligencia. Es más que la potencia cognitiva de tipo racional que tiene una persona.

De hecho los intelectuales son invitados (a su vez) a ser nominadores desde septiembre del año anterior, los cuales pueden ser expertos en dichas áreas de conocimiento, profesores universitarios o incluso ganadores anteriores del Premio Nobel.

El Premio Nobel, noruego, tiene algunas limitaciones: no puede otorgarse póstumamente.

Ahora bien, la pregunta es ¿no puede haber un merecedor del Nobel o similar, fuera de esas categorías intelectivas a quien haya aportado el mayor beneficio a la humanidad?

Digo yo que por lo menos hay derecho a darlo a conocer, siempre que sea verdad y haya testigos del hecho relevante. No serian nominadores, sino testigos. Pue bien…

Sucedió en Guadalajara (El siglo pasado)

1.- Más de 400 personas fueron testigos.

Entre familiares, amigos, compañeros de profesión y representantes de las distintas instituciones y presencialmente a la cena Homenaje Popular el 21 de noviembre de 1997. Fue con motivo del 40 aniversario al servicio de la medicina del Dr. Julio Mayo. Fue grabado en CD.

2.- Han pasado 28 años.

He podido escuchar que en octubre han otorgado el Nobel de la Paz, y gracias a la generosidad de la familia del Dr. Mayo he vuelto a escuchar el CD y las palabras del mismo. Y he asociado el Galardón de quien ha sido premiado, con lo que pudo ser en su día, el inmenso Galardón de Julio, el médico que atendió a la familia, en el momento más difícil.

El Dr. Julio Mayo durante su homenaje en 1997

En la foto puede verse al Dr. D. Julio Mayo con el micro y tres personas de una familia. La madre, su padre, y el hijo, ya un hombre, a quien asistió en su nacimiento.

La clave está en lo que el médico dice: «Este niño nació muerto. Me dio tanta pena el padre al ver a su hijo muerto que intenté a ver si conseguía resucitarlo, -entiéndase bien lo que significa esta palabra-. Empecé a dar masaje cardiaco a ese niño que acababa de nacer y hacerle la respiración artificial. El niño no respondía… 5 minutos estuve y el padre en varias ocasiones me decía ‘D. Julio déjelo usted, que está muerto’. Y le dije: voy a seguir un poco más… y cuando oí el primer latido del corazón, (en ese momento sentí más alegría que el padre) sentí un «plob«, al medio minuto otro latido, al minuto ese corazón latía normalmente. Ese niño, al que no había visto desde entonces, hoy me ha dado una gran alegría, está aquí presente, y es un buen mozo, como pueden ver».

Yo acababa de escuchar al Dr. Mayo, cuando se dio a conocer el Nobel de la Paz a María Corina Machado.

La vida es a la vez, regalo y reto. ¡Qué coincidencia! Reconozco que hasta ahora, no había asociado la VIDA con los galardones.

Aunque no soy médico siempre me ha encantado un texto de Gregorio Marañón: «Si ser médico es amor, infinito amor a nuestro semejante… entonces ser médico es la divina ilusión de que el dolor sea goce; la enfermedad salud, y la muerte vida. El médico en la guerra es el único que no quiere matar, el único para quien no existe el enemigo, porque no hay enemigo capaz de esconderse dentro de un humano«.

Escribí que «Defender la vida sí es un reto«. Pero ¿y darla a un ser humano?

El Dr. Mayo, el 21 de noviembre de 1997 fue muy explicito:» intenté a ver si conseguía resucitarlo, -entiéndase bien lo que significa esta palabra-«. Su intento de «resucitar» al bebé que había nacido muerto, es grandioso. Entonces pensé que el Dr. Mayo merecía un galardón. ¿Por qué no el Nobel de la Vida aunque fuera a título póstumo?

El «niño», estuvo en el Homenaje y puede verse en la fotografía, es ya un hombre. La familia de Julio, y los guadalajareños que asistieron al homenaje y quienes apreciaron su valentía y decisión al Servicio de la Medicina y la Salud, se verían gratamente orgullosos con esa justa distinción. Defendió la vida desde el primer momento. Él mismo dijo lo que pretendía, «resucitarlo si podía«. Y gracias a su fe, su entrega, y su buen hacer como médico, lo consiguió. ¿Cuántos resultados como este puede haber en un año en el mundo?

Yo mismo no capté en su momento la posibilidad de proponer un premio «por la vida», para D. Julio Mayo Coiradas. Ha pasado mucho tiempo también desde su fallecimiento (30-5-2017). Pero el recuerdo de la vida vuelve. Por lo que he podido constatar, alguien ha llevado un detalle hasta la tumba del Prestigioso Dr. Mayo. Él logró devolver la vida a un niño que nació muerto. Su familia y los guadalajareños se alegrarían de que fuera mencionado en su tumba.

Termino con unas palabras de otro eminente Dr. D. Manuel Sans Segarra: «La vida debe entenderse como una continuación hacia la vida después de la vida».

José Manuel Belmonte

Acerca de José Manuel Belmonte

Soy un ciudadano del mundo observador y caminante. La Vida, la Naturaleza y la Humanidad, pero sobretodo el corazón del hombre son una fuente inagotable de sorpresas. De eso escribo…

Ver también

Jeep Compass Hybrid NorthStar: auténtico espíritu Jeep con acabados exclusivos

El Jeep Compass Hybrid NorthStar representa uno de los pasos más importantes de Jeep hacia …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.