Queridos hermanos en el Señor: Os deseo gracia y paz.
Después de unas semanas de impacto, recogimiento, expectativa y oración, el Espíritu Santo ha orientado con su luz la voluntad de los cardenales y ha otorgado a la Iglesia una nuevo Sucesor de Pedro en la persona del León XIV.
“La paz esté con todos vosotros”, han sido las primeras palabras del nuevo Papa. Palabras que recogen el saludo de Jesucristo resucitado a sus discípulos. Palabras especialmente oportunas en nuestro tiempo de numerosos conflictos bélicos, algunos muy violentos y otros latentes, pero no menos preocupantes.
Una paz que León XIV ha deseado como desarmada, desarmante, humilde y perseverante, la paz que procede de Dios.
En su primer mensaje, el Papa ha subrayado que Dios nos quiere, “Dios os ama a todos”, ha dicho con emoción. Y nos ha invitado a vivir sin miedos y a mantenernos unidos. Cristo nos precede y el mundo tiene necesidad de su luz.
En sintonía con el magisterio del Papa Francisco, el nuevo Obispo de Roma ha subrayado que es preciso construir puentes, con el diálogo, con el encuentro. Debemos caminar como Iglesia unida, buscando la paz, la justicia, sin miedo.
Hemos recibido una renovada llamada a proclamar el evangelio para ser misioneros. Y, en su saludo a la Diócesis de Roma, ha propuesto la imagen de la plaza de san Pedro, con los brazos abiertos, como una invitación a estar siempre dispuestos a acoger.
Ante nosotros, tenemos la propuesta para ser Iglesia sinodal, que camina, que busca la paz, la caridad y esté cerca de los que sufren.
La invocación de la Virgen María no es un simple broche protocolario, sino una dimensión cualificada de amor y una súplica ferviente de protección.
León XIV tiene una excelente preparación en matemáticas, filosofía, teología y derecho canónico. Sus raíces familiares tienen origen francés, italiano, español y estadounidense. Posee también nacionalidad peruana. Ha sido prior general de los agustinos, obispo de Chiclayo, prefecto del Dicasterio para los Obispos. Conoce bien varios idiomas. Es humilde y austero.
La elección de nombre le vincula con León XIII, el Papa que dio origen a la sistematización de la Doctrina Social de la Iglesia. Y, más lejos, en el origen, con san León Magno.
“Con vosotros soy cristiano. Para vosotros soy obispo”. Esta cita de san Agustín destaca la sintonía con el Pueblo de Dios y su disponibilidad para el servicio.
Gracias, Santo Padre, por la emoción y la alegría que hemos experimentado con su nombramiento. Que el Espíritu Santo le siga acompañando y alentando. Desde Sigüenza-Guadalajara le aseguramos nuestra oración y nuestro afecto.
Recibid mi cordial saludo y mi bendición .
Julián Ruiz Martorell, obispo de Sigüenza-Guadalajara
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