En El Casar, la frustración de los vecinos va en aumento. Se acumulan reclamaciones sensatas que caen en saco roto. Una de las más claras: la solicitud reiterada de una plaza de aparcamiento para personas con movilidad reducida. Se ha pedido por registro, se ha hablado con el concejal responsable, y la respuesta ha sido la habitual: “Sí, sí, esto se pasa a…” y “Esto ya está hecho”. Pero ¿dónde se pasa? ¿Qué pasa realmente una vez que se pasa? Porque lo único que sí pasa, es el tiempo, sin que nada se solucione.
Este no es un caso aislado. Muchos vecinos han presentado solicitudes a través del sistema actualizado del Ayuntamiento, que supuestamente canaliza los escritos a las áreas competentes. Sin embargo, los resultados brillan por su ausencia. Lo que hay es una burocracia bien engrasada para aparentar que se escucha, mientras en la práctica no se resuelve.
Y aunque hay aspectos que funcionan —como el centro de día, los actos culturales organizados por la concejalía de Cultura, y el mantenimiento del centro del pueblo—, esto no basta. Los servicios deben llegar a todo el municipio, no solo al escaparate visible.
Algunos de los problemas reales denunciados por los vecinos:
Piscina municipal: una promesa que se oxida
Uno de los ejemplos más evidentes de abandono institucional es la piscina cubierta municipal. Las obras comenzaron hace años, se anunció con entusiasmo como una gran mejora para el deporte y la salud de los vecinos… pero a día de hoy sigue sin terminarse. Un esqueleto de hormigón a medio hacer es lo único visible de un proyecto que ha quedado empantanado entre excusas presupuestarias, falta de voluntad y cero transparencia. Nadie del Ayuntamiento ofrece plazos claros ni asume responsabilidades por este retraso que afecta a cientos de familias.
Vertidos y gestión de residuos
En lugar de establecer un sistema eficaz de recogida, vigilancia y educación ambiental, el Ayuntamiento sigue actuando tarde y de forma reactiva. Las urbanizaciones sufren la falta de planificación en materia de limpieza y recogida selectiva, pese a contar con impuestos locales que deberían garantizarlo.
Colapso en Correos y servicios públicos básicos
Desde hace años se arrastra una grave carencia de personal en servicios esenciales. El Ayuntamiento conoce la situación pero no ha sido capaz de liderar una solución real. Mientras tanto, miles de vecinos —muchos de ellos no empadronados oficialmente pero residentes a todos los efectos— siguen sin recibir con regularidad algo tan básico como su correspondencia.
Inseguridad vial en la M‑117
Esta carretera, conocida como “la carretera de la muerte”, soporta más del quíntuple del tráfico para el que fue diseñada. Vecinos han salido a la calle, han constituido plataformas ciudadanas, han pedido a las autoridades que se desdoble urgentemente. Pero no hay ni fecha ni plan. Las muertes y accidentes siguen ocurriendo.
Toros: tragedias evitables sin reacción política
En 2024, murieron dos personas y varios menores participando en los festejos taurinos del municipio. En lugar de abrir una reflexión pública o repensar estos eventos, el Ayuntamiento mantiene su apuesta como si aquí no hubiera pasado nada. ¿Cuánto vale una vida frente a la costumbre?
¿Que querriamos?…
1. Gestión real de las solicitudes vecinales, con trazabilidad, plazos y responsables asignados públicamente.
2. Finalización inmediata de la piscina municipal, con transparencia sobre el estado del proyecto y su coste.
3. Mejora urgente de las infraestructuras, especialmente en carreteras, alumbrado y acceso a servicios públicos en urbanizaciones.
4. Un modelo de festejos más seguro, ético y responsable, donde se priorice la integridad de las personas.
5. Servicios públicos reforzados y modernizados, desde Correos hasta el transporte interurbano.
Porque ya basta de promesas huecas. El Casar no puede sostenerse solo con actos culturales puntuales y barridos en el centro urbano. Queremos un Ayuntamiento que gobierne para todos, con hechos, no con excusas.
Caram Solsona. El Casar de Talamanca (Guadalajara)
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