El Heraldo del Henares
El Parador Nacional de Turismo de Teruel no fue el único que recibió la inolvidable visita del exnúmero 2 y ministro de Transportes de Pedro Sánchez, José Luis Ábalos, cuando tras pernoctar en varias de sus habitaciones en septiembre de 2020, los empleados se las encontraron, supuestamente, con daños y desperfectos, así como con restos de cocaína.
Según informa hoy el diario digital The Objective, TO, en un artículo firmado por Kety Garat y Teresa Gómez, Ábalos y su asesor Koldo García, ambos actualmente imputados por corrupción política, también dejaron, supuestamente, otro inolvidable recuerdo de su estancia en el Parador Nacional de Sigüenza.
Según dicho diario, los supuestos hechos habrían tenido lugar en la primavera de 2021, cuando Ábalos era aún el número 2 y hombre de confianza de Pedro Sánchez. Tanto el exministro como Koldo, algunos escoltas y varias mujeres, algunas de ellas identificadas supuestamente como señoritas de compañía por los trabajadores del establecimiento hotelero, se alojaron en varias habitaciones del Parador seguntino una noche, un par de suites presidenciales para los dos socialistas.
Al día siguiente, cuando los clientes abandonaron sus aposentos, los trabajadores supuestamente se encontraron «restos de cocaína y varios desperfectos en el mobiliario», siempre según la información de The Objective.
El director del Parador niega los hechos que denuncian los empleados
TO informa que se ha puesto en contacto con varios empleados que prestaron servicio aquella noche en el Parador, así como el personal de limpieza, que han confirmado todos los hechos denunciados, no así el director, Fernando Tizón, que los habría negado.
En mayo de 2021, cuando supuestamente ocurrieron estos hechos, el Gobierno de Sánchez mantenía durísimas restricciones al movimiento y a las reuniones por la pandemia de Covid.
En concreto, Castilla La Mancha era una de las comunidades autónomas que más limitaciones tenía establecidas debido a que era una de las regiones con más incidencia de casos graves y muertes por Covid de toda España.
Ese mismo mes de mayo, hasta el día 8, estaba en vigor el toque de queda y la prohibición de salir de la región si no era por motivos médicos o laborales. A partir de ese día, se relajaron algo las medidas, entre ellas la perimetración regional, pero seguían en vigor durísimas restricciones a las reuniones de personas y a los horarios de los establecimientos hosteleros, que debían cerrar como muy tarde a la 1,00 de la madrugada cada día.
