El Juzgado de lo Penal número 1 de Vitoria ha absuelto del delito de coacciones a 21 personas que entre septiembre y noviembre de 2022 se concentraron y rezaron frente a una clínica en la que se llevan a cabo interrupciones de embarazo, abortos, en la capital alavesa.
El juzgado considera que la prueba practicada durante el juicio por estos hechos permite “descartar completamente la existencia de hostigamiento ni ambiental, ni de ninguna otra naturaleza” por parte de los acusados.
La juez declara probado que entre el 28 de septiembre y el 6 de noviembre de 2022 los acusados acudieron a rezar ante una clínica en Vitoria habilitada para la interrupción del embarazo en horario de tarde y en grupos que “nunca superaron las cinco personas”, según han informado fuentes del Poder Judicial en un comunicado.
Que estas personas se situaban en la acera frente a la clínica, en diagonal respecto a la misma a una distancia de entre 15 a 30 metros, que rezaban unas veces en silencio y otras en voz alta, “sin que en este último caso los rezos fueran audibles para los usuarios que se encontraban en el interior de la clínica”, y que algunas de estas personas portaban carteles en “dina 4” donde se podían leer frases como “no estás sola”, “estamos aquí para ayudarte”, “rezamos por ti”.
Las convocatorias al rezo se realizaron desde “40 días por la vida” y fueron comunicadas a la autoridad competente sin que conste que fueran desautorizadas, aunque varios juzgados acordaron diversas medidas cautelares en relación con la distancia de la clínica a la que debían realizarse.
Juzgado: “No puede tildarse el comportamiento de los acusados de coactivo”
De la prueba practicada durante el juicio oral por este caso, la juez concluye que ha quedado acreditado que los acusados durante las concentraciones “siempre mantuvieron un comportamiento correcto y educado con transeúntes y los eventuales trabajadores y usuarias de la clínica, no interrumpieron el paso en la clínica, no dificultaron el tránsito por la acera, nunca se dirigieron a nadie de manera personal, no intentaron entablar una conversación, no les ofrecieron panfletos, no hicieron ningún tipo de aspavientos, no exhibieron fotos de fetos, ni de abortos, sus proclamas nunca fueron ofensivas, tampoco hicieron proselitismo”.
También analiza si existe prueba para tener por probado que alguna mujer usuaria de la clínica fue realmente obstaculizada en el ejercicio del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo y recuerda que ninguna de las acusaciones propuso el testimonio de ninguna mujer que hubiera tenido la intención de abortar y que hubiera sido obstaculizada a ello por los acusados y que tampoco se aportaron registros de que fueran anuladas citas por esas concentraciones.
“El único comportamiento acreditado susceptible de consideración han sido los rezos y ofrecimientos de ayuda publicado en pancartas, realizados en las concentraciones. No se han constado la verificación de actos ofensivos contra los pretendidos sujetos pasivos del delito”, por lo que, continúa la sentencia, “no puede tildarse el comportamiento de los acusados de coactivo” ya que “nunca observaron actitudes violentas contra las potenciales víctimas”, dice el juzgado.
“No consta que se haya abordado, increpado o agredido a ninguna persona, si que se constituyeran cadenas humanas impidiendo el paso a mujeres o trabajadores o cortado suministros de la clínica, ni que los manifestantes hayan realizado gestos o proclamado eslóganes amenazantes”, añade la juez, que también niega que se haya acreditado la existencia de “comportamientos susceptibles de herir la sensibilidad de las potenciales víctimas, ni obstaculizar el libre ejercicio de sus derechos”.
Esta sentencia no es firme y puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Álava.
El Heraldo del Henares
Si tienes creencias que te impiden abortar pues muy bien no abortes y recomienda a tus hijas a tus mujeres a tus correligionarios que no lo hagan, pero dejad a los demás en paz redios, que una niña o que una mujer hecha y derecha madura y consciente decida abortar en los plazos legales, o por enfermedad o por violación o por peligro para ella, o por que no está preparada y simplemente no quiere llevar a término ese embarazo está en su derecho y punto pelota a rezar a vuestras iglesias como es de justicia.
Una de las mujeres ha señalado que se sintió “incómoda cuando vio a las personas rezando y con carteles” en la acera de enfrente de la clínica: “En el caso que quisiera interrumpir mi embarazo, no es muy agradable, ya que me podían haber condicionado. No es agradable tenerlos en la puerta cuando vas a vivir un momento difícil”.Otra de las pacientes ha señalado que los concentrados se “dirigieron directamente” hacia ella y le dijeron “cosas como ‘perdónala’”, por las cuales se sintió “intimidada” en un momento personal “complicado y vulnerable”, hasta el punto que decidió no volver fruto de la intimidación.
Igor Elberdin, ha denunciado la “coacción constante” que ejercían los concentrados, con el objetivo de “amedrentar física y mentalmente tanto a los trabajadores de la clínica como a sus pacientes”. 40 días por la vida’, ‘no estás sola’ o ‘rezamos por ti’ eran algunos de los lemas que mostraban en sus carteles, así como gritos de “asesino”, con el que trataron de amedrentar incluso al propio gerente, o “perdónale señor, porque no sabe lo que hace”.
“Era algo continuo, todo el día. Te enseñan carteles, te señalan, te miran, rezan en alto y nos han llegado a sacar fotos. Utilizan los rezos para decir barbaridades. Las concentraciones no permitían el correcto desarrollo de la clínica. Las mujeres tienen que entrar tranquilas y su objetivo era amedrentarlas, cuando vienen de situaciones que no son fáciles para ella
Como consecuencia de estas concentraciones, hubo pacientes que “anularon citas, porque no querían que se les señalara”, así como quienes padecieron “ataques de ansiedad derivados de sus manifestaciones”.
El gerente del centro, asimismo, ha indicado que el 95% de las interrupciones del embarazo son concertadas con Osakidetza, quien las deriva a la clínica. “Es un servicio público pagado por la Administración”, ha recalcado.