Agentes de Servicio de Protección de la Naturaleza, Seprona, de la Guardia Civil, han investigado a un hombre de 50 años, como presunto autor de un delito contra la fauna, por la destrucción de diez nidos de golondrina común (Hirundo rustica) con crías en su interior, en periodo de nidificación, que se encontraba en el interior de un garaje comunitario.
La Patrulla de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de Toledo (PACPRONA), tuvo conocimiento del derribo de diez nidos de golondrina común en un garaje comunitario y tras visitar el mismo pudo comprobar la veracidad de la información: nidos rotos y algunos polluelos muertos en el suelo.
Los agentes, no obstante, pudieron recuperar tres crías con vida que fueron recogidas y serán reintegradas al medio natural, según han informado fuentes del Instituto Armado en un comunicado.
Una vez averiguada la identidad de la persona que supuestamente había destruido los nidos con las crías, agentes de la PACPRONA han procedido a instruir diligencias de investigación contra un varón de 50 años y nacionalidad española por un presunto delito contra la flora y fauna tipificado en el artículo 334.1 del Código Penal.
Este artículo recoge penas de prisión de seis meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses por la destrucción de especies protegidas de fauna silvestre.
Multas de hasta 200.000 euros incluso si los nidos están vacíos
La destrucción de nidos, puede asimismo, constituir una infracción administrativa a la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que prohíbe dañar o destruir nidos, incluso cuando estén vacíos o fuera de época de cría, más si cabe en el caso de la golondrina común que figura en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, lo que refuerza su blindaje legal.
Por lo tanto, la destrucción de nidos puede acarrear sanciones administrativas de hasta 200.000 euros, en función de los daños causados.
La Guardia Civil ha informado en este comunicado que la manera correcta de proceder si se desea retirar un nido de golondrinas de una propiedad privada sería remitir a los órganos autonómicos de medio ambiente, flora y fauna una solicitud de retirada de nidos de aves protegidas que, tras ser aprobada, sería llevada a cabo por una empresa autorizada.
En todo caso, las autorizaciones deben respetar el periodo de cría de las especies.