Participa este regocijante y crudo espectáculo de Emma Dante a partes iguales del “burlesque” y de la comedia negra, negrísima, con tintes del “teatro de la crueldad” artaudiano, si nos atenemos a la atroz tortura con ensañamiento a la que se ve sometido el desdichado protagonista de la historia que recrea el montaje. Veamos, en pocas palabras, a lo que me refiero.
Inspirada en la colección de relatos “Lo conto de li conti” de Gianbattista Basile la pieza nos traslada a un reino de opereta con un rey diletante de vida disipada y ociosa que un buen día se levanta con una gallina alojada en el interior de su tracto intestinal. ¿Absurdo? ¿Ridículo? Pues la premisa lo es aún más. En una de sus asiduas jornadas de caza, sintiendo la necesidad urgente de aliviarse, escondido tras unos arbustos, no se le ocurre otra cosa que limpiarse el tafanario con lo que cree una gallina muerta -al parecer su plumón cálido y suave era lo más adecuado para su real trasero-; pero resulta que la gallina estaba muy viva y en un giro inesperado de los acontecimientos se introduce en el recto de la víctima, desde donde continuará su lucrativa actividad ponedora expeliendo nada menos que huevos de oro.
He dicho “víctima” y digo bien, porque a partir de ese momento empiezan los verdaderos problemas para el monarca. Y es que por si fuera poco con los indecibles dolores, molestias, espasmos y retortijones que la presencia del “intruso” le provoca, y de las bromas y humillaciones que tiene que aguantar de los cortesanos, la presencia de los huevos de oro desata un verdadero cisma familiar. Mientras él renuncia a alimentarse para no sufrir los atroces dolores de la “puesta” su mujer e hija insisten a toda costa en cuidar de su salud para mantener operativa su inesperada y provechosa fuente de ingresos.
Partiendo de este absurdo y extravagante argumento y habida cuenta de la intencionalidad satírica de la de la directora y de su talante irreverente y provocador, uno casi puede imaginar el resultado, que en efecto, constituye una verdadera celebración del humor, si eludir sus aspectos más crudos y vulgares; un verdadero carnaval grotesco, un cafarnaúm de impúdicos cortesanos y damiselas que se regodean en una interminable fiesta comiendo y bebiendo a costa de su anfitrión como si no fuera a haber un mañana; fantoches de gestos procaces, torsos desnudos y traseros prominentes agitándose al ritmo trepidante de la Pavana, mientras el rey compungido maldice su suerte y despotrica contra la codicia y la hipocresía de sus feudos y allegados.
Con una gestualidad y una caracterización tributarias de la Comedia del Arte napolitana y sirviéndose de lo que parece un inagotable caudal de recursos de la expresividad corporal -que en el caso de Carmine Meringola en el papel protagonista roza el virtuosismo-, la pieza discurre a un ritmo endiablado, con coreografías delirantes provocando el regocijo y la carcajada permanente del público, que va de sorpresa en sorpresa hasta el golpe de efecto final previo a la caída del telón. Un rey atribulado, indefenso, en manos de un cirujano con pocos escrúpulos y menos delicadeza que va a proceder por fin, secundado por dos fornidos ayudantes y con unos enormes forceps, a la extracción de esta rara especie invasora. Un final antológico, de impacto, brutal casi, podríamos decir, si todo este pintoresco episodio no apareciera revestido, transfigurado, por la solemnidad, por la belleza sublime del aria “Lascia la spina /cogli la rosa”, del hermosísimo primer oratorio de Händel, cuyos acordes inundan la escena y ponen en sordina los bestiales alaridos y contorsiones del desdichado soberano, víctima doliente de un sino caprichoso y cruel.
Gordon Craig. 30-XI-2025.
Ficha técnico artística:
Libre adaptación de “Lo cunto de li cunti” de Gianbapttista Basile.
Compagnía Sud Costa Occidentale.
Texto y dirección: Emma Dante.
Con: Carmine Maringola, Annamaria Palomba, Angelica Bifano, Davide Mazzella, Simone Mazzella, Stéphanie Taillandier, Viola Carinci, Davide Celona, Roberto Galbo, Enrico Lodovisi, Yannick Lomboto, Samuel Salamone y Marta Zollet.
Escenografía y vestuario: Emma Dante.
Iluminación: Cristian Zucaro.
Cuarenta y tres Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid.Teatros del Canal. 29 y 30 de noviembre de 2025.
El Heraldo del Henares