miércoles , 11 junio 2025

La excursión con dinero público de Page y su cohorte de cargos socialistas a Japón y las copas que Olof Palme pagó de su bolsillo a Gabriel García Márquez

La noche anterior a la entrega del Premio Nobel de Literatura, un frío 9 de diciembre de 1982, el presidente del Gobierno sueco, Olof Palme, invitó a un grupo de amigos e intelectuales, entre ellos la mujer del presidente de la república francesa, François Mitterrand, Danielle, o el galardonado ese año, el periodista y escritor colombiano Gabriel García Márquez, a una cena ‘latinoamericana‘ en Harpsund, una tranquila residencia campestre de vacaciones que el país escandinavo pone a disposición de sus primeros ministros.

Tras el ágape, Palme ofreció a sus invitados salir fuera a tomar unas copas, a fin de continuar la charla sobre literatura. Contaba el propio escritor en un memorable artículo publicado tiempo después que, a la hora de ir a pagar las copas, Palme no permitió que sus invitados sacaran la cartera, por lo que el político se hizo cargo de todas las consumiciones del grupo. En ese momento, un matrimonio, que se encontraba sentado junto a la mesa del mandatario sueco y de sus acompañantes, se acercó a Palme y ‘le preguntó en sueco si había pagado con dinero suyo o con dinero del estado. Palme, recordaba García Márquez, contestó a la curiosa pareja que aunque creía que podría haber cargado la cuenta al erario público, pues entendía que esa reunión informal tenía carácter oficial, lo había pagado de su bolsillo (Gabriel García Márquez. ‘Notas de Prensa. Obra periodística’. Vol. 2. Pág. 491. Random House Mondadori y RBA. 2004).

Imagen del escritor Gabriel García Márquez junto a los reyes de Suecia tras recibir el Premio Nobel de Literatura en 1982. Archivo de fotografías de la Fundación García Márquez

Viene esta anécdota a nuestra memoria lectora en estos días en que millones de españoles nos encontramos, un año más, con la llamada de la Agencia Tributaria para poner en orden nuestras cuentas con el Estado. Y tal como hacen con su conciencia los católicos en el confesionario ante el sacerdote, con Hacienda también hay que confesarlo todo para poder ser absueltos y perdonados un año más. De de estos striptease fiscales y morales se supone que salimos reforzados en nuestra conciencia cívica y ciudadana ante dios y ante nuestros paisanos y, en ambos casos, nos alejamos de los diablos terrenales y espirituales.

Además, para endulzar el cáliz amargo de estas rendiciones de cuentas, nos aseguran que, gracias a los diezmos usurarios que pagamos, no solo por el hecho de vivir y respirar, sino incluso por morir, se mantienen en pie escuelas y hospitales, aunque a veces cueste trabajo creerlo a la vista de las unas y los otros.

Lo que no nos cuentan es que una gran parte del pastel que entre todos pagamos acaba lejos de las aulas y las UCIs y se reparte en suculentas porciones de nata, crema, moka, chocolate o vainilla en platos que devoran con fruición, como langostas en un campo de cereal, miles de parásitos y allegados al Poder.

Son cientos los ejemplos que podríamos poner en gastos suntuarios, propagandísticos, superfluos e irrelevantes, todos ellos muy onerosos para el bolsillo de los ciudadanos, que no para el de quienes los disfrutan.

Podemos destacar algunos de ellos, como que la Junta de Castilla La Mancha, según el sindicato CSIF, ha subvencionado en los últimos 10 años a los sindicatos UGT y CCOO con más de 50 millones de euros, bajo epígrafes como ‘Fomento del Empleo’. Según CSIF, «este tipo de ayudas, que no están sujetas a ningún tipo de concurso y cuya justificación no está clara, son totalmente inmorales; cantidades que deberían ser destinadas a otros fines mucho más loables que a financiar a sindicatos afines». Además, desde CSIF han denunciado que han reclamado en multitud de ocasiones la publicación de todas las actividades desarrolladas para justificar la percepción de estas cantidades sin que, hasta el momento, el Gobierno de Emiliano García Page las haya hecho públicas.

O que el mismo Gobierno de García Page, según los datos de la web Newtral, ocupe el segundo puesto, tras la Generalidad de Cataluña, en número de asesores políticos, 124, por encima incluso de Madrid. Y cuando hablamos de asesores, hablamos de personal de confianza contratado a dedo, a veces sin ocupación definida, y con sueldos que van hasta los 80.000 euros anuales en muchos casos.

Otro ejemplo. Observen la imagen debajo de estas líneas. Es la comitiva oficial que viajó a Osaka (Japón) en mayo pasado para visitar la Expo que se celebraba en ese país asiático en aquellos momentos.

Cargos del PSOE posan junto al embajador de España en Japón y miembros del Pabellón de España en la Expo de Osaka (Japón), en mayo de 2025. Fotografía de la Junta de Castilla La Mancha

Al presidente regional, García Page, le acompañaron, según fuentes de la Junta, el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido; la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco; la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano; y la directora general de Turismo, Ana Isabel Fernández Samper, entre otros, además de diferentes asesores.

Aún no sabemos lo que ha costado este viaje de cinco días de duración, vuelos, hoteles, desplazamientos y comidas incluido, pero cualquier turista que haya viajado a Japón sabe que no es nada barato. Por eso, habría que preguntarse por qué con el dinero de todos viajó tan amplio plantel de cargos públicos, algunos de ellos irrelevantes en una Expo comercial (que nos explique alguien qué pintaba allí, por ejemplo, entre otros, el secretario provincial del PSOE de Guadalajara y a la vez presidente de las Cortes regionales, Pablo Bellido, o la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, en una misión comercial). Dirán que fomentar el turismo y los intercambios comerciales de Japón con la región. Claro. Y por eso se necesitaba una cohorte de cargos públicos tan amplia y diversa.

Lo cierto es que con el PSOE en la Junta los contribuyentes nos ponemos a temblar: no olvidamos la catastrófica gestión y despilfarro de dinero público del ínclito expresidente regional José María Barreda, cuando, en su despedida en 2011, dejó miles de millones de deuda pública y facturas sin pagar, con numerosas obras públicas paralizadas y quiebras de proveedores que tanto sufrimiento y ajustes presupuestarios y recortes conllevaron después. Todos estos derroches se pagarán luego, como en 2011, cuando el ciclo económico, y esto es una ley universal inmutable, nos devuelva a una nueva crisis económica. Y si no se han puesto unos buenos pilares, volveremos a ser la cigarra en el cuento de la hormiga. O parafraseando a Milton Friedman en su imprescindible ‘Capitalismo y libertad’, esto es un claro ejemplo de cuánto daño pueden hacer los errores de unos pocos hombres cuando ejercen un gran poder sobre el dinero público.

Imagen de archivo de Emiliano García Page y José María Barreda

Sería bueno que desde el Gobierno de García Page de forma voluntaria hiciera el mismo streaptease fiscal y de transparencia que estamos haciendo ahora, obligatoriamente, todos los contribuyentes en nuestras cuentas con Hacienda, y mostrara lo que ha costado al erario público este viaje turístico de tantos cargos socialistas, ninguno de los cuales se embolsa menos de 80.000 euros al año de sueldo, dinero más que suficiente para costearse sus propias excursiones. De lo contrario, estaría bien que esta rendición de cuentas se exigiera desde la oposición en las Cortes regionales.

Porque, desde luego, en Osaka, Japón, que sepamos, no hay escuelas ni hospitales públicos a los que puedan acudir los contribuyentes castellanomanchegos gracias al pago de sus impuestos. Por ello, resulta injustificable que mientras soportamos unas de las peores listas de espera sanitarias de toda España, detraigamos un solo euro público de este capítulo para dedicarlo a que nuestros representantes políticos se vayan de sarao al país del Sol Naciente.

Olof Palme, hucha en mano, pide dinero por la libertad de los españoles durante el Franquismo. Imagen del Centro Internacional Olof Palmer

Volviendo al principio, recordamos de nuevo esa otra forma de hacer política. Antes de ser asesinado en 1986, mientras paseaba tranquilamente por una calle del centro de Estocolmo con su mujer tras salir del cine, Olof Palme imprimió a su forma de hacer política una huella todavía inolvidable de lucha por la paz y respeto de los derechos humanos. Eran otros tiempos y otros políticos. Tanto, que hasta ellos mismos se pagaban sus copas y las de sus invitados.

@HeraldodelHenar

Acerca de Roberto Mangas Morales

Periodista y escritor. Director de EL HERALDO DEL HENARES. El periodismo como fin, nunca como medio…

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