martes , 12 noviembre 2024
Salinera de Saelices de la Sal. Fotografía de José Luis Solano Provencio

Saelices de la Sal celebra el sábado 3 de agosto la ‘III Jornada Blanca’ en honor a su tesoro cada vez más conocido y demandado

“Con la primera edición pusimos la semilla, con la segunda le echamos agua y con esta próxima iniciamos el lento camino de la consolidación”. Con estas palabras se ha referido José Luis Sotillo, alcalde de Saelices de la Sal, a la ‘III Jornada Blanca’ que celebrará el municipio alcarreño este sábado 3 de agosto.

Los visitantes pueden sentir la recogida de la sal. Fotografía de José Luis Solano Provencio

Al igual que en las dos primeras, esta actividad se celebra con la intención de “reivindicar y difundir el patrimonio salinero de nuestra localidad, así como la producción de sal que realizamos desde la recuperación de las salinas”.

Las jornadas comenzarán a las 12,00 con la inauguración en la ermita de una exposición fotográfica de las salinas y sus trabajadores, realizadas por la autora local Mar Morales, según han informado fuentes de la organización en un comunicado.

A las 14,00 habrá comida popular y a las 18,00 horas conferencia en el almacén de la sal. El arquitecto local, Andrés García Bodega, hablará sobre “Saelices de la Sal, Cultura y Naturaleza”.

Las jornadas culminarán con un concierto en la plaza a cargo del grupo de música celta Saoghal, a partir de las 20,00 horas.

Durante todo el día,  y desde las 10,00 horas, se podrán realizar visitas guiadas a las instalaciones de las salinas.

Producción

Los primeros documentos escritos datan las Salinas de San Juan, en Saelices de la Sal, en 1203, en un censo que recogía todas las salinas de la zona. Sin embargo, se tiene certeza de su existencia mucho tiempo antes.

Maquinaria tradicional para el procesamiento de la sal. Fotografía de José Luis Solano

Las actuales instalaciones fueron construidas en la época de los Borbones y resultaron muy dañadas en la Guerra Civil, aunque se mantuvieron productivas hasta bien entrada la época de los setenta.

Fotografía de José Luis Solano Provencio

Tras décadas de abandono, el municipio las recuperó y logró en 2005 su declaración como Bien de Interés Cultural.

Hoy están restauradas en un 80 % aunque, por falta de personal, solo se explotan en un 40%. Aun así, son capaces de producir al año 400 toneladas de sal de magnífica calidad, a lo que se añade cerca de otra tonelada de flor de sal, un producto gourmet que se está comenzando a comercializar.

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