martes , 19 marzo 2024

Cerrado el parlamento de los bares, ¿por qué no cierra el Parlamento?

En plena primavera, esta lluvia sutil, desconcierta a  casi todos, porque ni es de abril, ni la traen las nubes -más o menos lejanas-, sino oscuros intereses y mentiras. La lluvia que nos viene encima, diariamente, son las noticias que nos hacen llegar los portavoces del gobierno por los distintos canales mediáticos.

Llueven ordenes de cierres de bares, y confinamiento. «Las colas del hambre empiezan a estar formadas por personas de mediana edad que se han convertido en parados de larga duración y por jóvenes que no encuentran trabajos relacionados con sus estudios universitarios o lo suficientemente bien remunerados como para emanciparse de casa de sus padres» dicen los expertos. Y añaden que «ni el Estado ni las empresas son capaces de reciclar a los miles de trabajadores que se han quedado fuera del mercado laboral».

Y en el terreno socio-sanitario peor, y más de lo  mismo. Como decía el periodista S. Sostres: «Estamos rodeados de infortunio. El talento es un milagro y la inteligencia, una casualidad» y «me generan desazón, angustia, pánico. Estamos rodeados de mediocres, de cretinos…«.

Esa lluvia mediática, está calando sutilmente hasta el alma, y el engaño y la manipulación ha pasado del desconcierto de 2020, a la angustia y casi el pánico en lo que llevamos de este año. «Ni la Unión Europea, ni Moncloa, han estado a la altura y obligan a otros agentes a actuar», según el Editorial de El Mundo, el viernes. Las indicaciones político-sanitarias, nacionales, apenas sirven unos días, y se aplican según en qué lugar del territorio, según el medio en el que viajen, y si son ciudadanos nacionales o extranjeros.

Sin criterios médicos ni científicos, se producen órdenes y confinamientos, que varían de un territorio a otro, de una semana a otra, y nadie sabe, según  el tramo de edad, si le van poner una vacuna u otra, ni cuándo, ni dónde, ni por qué. ¡Desconcertados!

«El final de la excepcionalidad constitucional abre para las autonomías un limbo jurídico«,  para el que no están preparadas,  ni ha sido consensuado, ni se ha modificado la Ley de Sanidad, pese a que se necesita un marco jurídico adecuado para dictar las normas o restricciones que exigiría la pandemia.

Pese a  que se han superado en España, los 100.000 muertos, y en el Mundo los 3.000.000 fallecidos, nos siguen entreteniendo con la estadística  de  contagios y los miedos. Pero el miedo es libre cuando no hay criterios. Ni el Gobierno central, ni el anterior ministro de Sanidad,  ni su sustituta y los cientos de asesores, estuvieron interesados en basarse en criterios sanitarios sobre las vacunas y el ritmo de su aplicación a la ciudadanía, o el porqué se varían los tramos de edad de aplicación. Eso sí, la Ministra Carolina Darias pide: «máxima confianza» en las vacunas contra el coronavirus pese a cambios en planificación en la estrategia nacional por la decisión de limitar la administración de AstraZeneca en los menores de 60 años.  En algunos lugares, entre los convocados para vacunarse, se han negado a ponérsela hasta un 60%.  Hay personas, atrapadas en la desinformación y la incertidumbre, porque han recibido una dosis y no saben, si al variar el criterio de edad en algunas vacunas, les pondrán la segunda de la misma o la sustituirán por otra.

¿Hay criterio, de verdad o es un desmadre? Juzguen ustedes, por ejemplo,  lo que ha sucedido en la Comunidad de Castilla la Mancha, el «Caos, descontrol y día de puertas abiertas en el centro de salud de Pastrana, con las vacunas de AstraZeneca: clientes de bares de la comarca, veinteañeros, turistas, concejales…», según recoge en exclusiva El Heraldo del Henares, el día 10 de abril.

Imagen de la citación para la segunda vacuna contra la COVID entregada a un joven en Pastrana

Todo lo anterior espolea el interés de responsables autonómicos, para buscar otras vacunas, sea la rusa, la china, la Janssen, de la multinacional americana de Johnson & Johnson, para mejor defensa de sus ciudadanos. Evidentemente, para adquirirlas, «no es lo mismo ir de la mano de la Unión Europea que de alguna comunidad autónoma». Se están investigando secuelas de algunos posibles coágulos.

Los ciudadanos manejados y abrumados por la cantidad de fallecidos, por la descoordinación al principio, de los criterios para protegerse los sanitarios y las personas públicas en riesgo, y también los ciudadanos, se ha repetido después con las vacunas, las restricciones y criterios de movilidad en 2021.

Después de tanta demagogia, los políticos siguen medrando, sin bajarse los sueldos y gozando de sus prebendas y enchufando a los adeptos. Así que con ser grave o muy grave, lo peor es ya el paro, las colas del hambre, el cierre de las empresas, el hundimiento de la clase media y el desmoronamiento de la cohesión nacional, que estaba sostenido en 3 pilares: el consumo, la democracia representativa y las estructuras de bienestar social (perspectivas de empleo-salarios, educación, sanidad y acceso a la vivienda).

Sin bares, no hay parlamento popular en la calle. Solo tenemos las televisiones para hacernos creer lo que nos quieran decir quienes manejan el BOE o los grupos parlamentarios, que nos ocultan la verdad, porque creen que no tenemos por qué saberla.

A los políticos en general (es posible que haya excepciones), las personas mayores  que han sostenido el país y le han llevado a un progreso equiparable al de los europeos, les importan poco, (algunos quieren que no voten) y la mayoría de los parlamentarios ha aprobado, sin demanda social, la eutanasia. ¡Nada de potenciar siquiera los cuidados paliativos! ¡Nada de ayudar a las mujeres con hijos o a las familias numerosas! Nada de garantizar la estabilidad del sistema del bienestar para todos.

Hasta ahora, todos, también la clase media, teníamos derecho al trabajo, a la propiedad, a tener una vivienda, a emanciparnos y formar una familia  independizándonos de nuestros padres, a la educación y la sanidad.  Pero ahora, los políticos que no ayudan a la creación de empleo, nos hablan de «una vivienda asocial» para todos, y si  los jueces amparan a los okupas, las viviendas «turísticas» y fiestas, y penalizan no solo la segunda vivienda, también los pequeños ahorros que a fuerza de sudor y con el apoyo de la familia hemos podido reunir, para crisis como la que padecemos.

Somos nosotros quienes tenemos que echar una mano a nuestros hijos, porque ni el Estado, ni las empresas son capaces de recolocar a tantas personas como han ido al paro, porque han ahogado, asfixiado a los autónomos y han destruido oficios tradicionales. Pero algunos partidos, parecen crecerse, con «salario mínimo social», y estancia en «viviendas sociales» o en hoteles a personas llegadas de otros países, pero son incapaces de darles trabajo, o establecerlos en pueblos donde podrían tener casa y donde se necesita mano de obra y gente joven, porque hay una España rural despoblada. ¡Hay que replantear y atajar la despoblación, robustecer las clases medias, y fomentar nuevos trabajos productivos!

Hoy el editorial de un diario  de tirada nacional habla de que «La agonía de la clase media pone en riesgo la estabilidad». Efectivamente,ni  se crea empleo si no hay empresas, ni el Estado tiene que ser una Obra Social, ni la Seguridad social aguanta el paro de 6 millones de personas y ni se dignifica a los jóvenes solo con promesas, ni poniendo a la mayoría del país a la teta del Estado.  

El deterioro y el desastre de esta sociedad y sus múltiples autonomías, no ha surgido de la noche a la mañana, ni ha sido puramente por causa de la pandemia. No podemos seguir mirando hacia otro lado. Se debería desenmascarar a los culpables y exigir responsabilidades. Ya está bien de esconder y garantizarse su futuro con sueldos millonarios.

Ni los ministros, ni los políticos responden de nada. ¡Hay que cambiar la Ley electoral y que los ciudadanos, por lo menos  podamos pedir responsabilidades, e incluso destituir a  los parlamentarios territoriales, sin tener que esperar 4 años. ¿Tendremos que capear el chaparrón de los telediarios para opinar? ¿Tendremos que esperar, como hasta ahora, al día después de los hechos consumados, a comprobar «el nuevo orden» sellado y por ellos decidido y ya  «resuelto» de forma inamovible y publicado en el BOE?

¿O nos van a obligar también a que, sin la vida en las calles, sin actividad económica viva, sin comercios abiertos, sin restaurantes, sin bares y sin poder siquiera hablar, los ciudadanos libres, sigamos aplaudiendo desde los balcones o ventanas, hasta que este país se asemeje a Venezuela o a los otros países donde la dictadura impera?

Nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, merecen saber ahora y para siempre, que ni estamos muertos, ni nos han podido enterrar con su verborrea y sus promesas.

Queremos gestionar nuestro futuro, porque ellos ni han sabido gestionar la pandemia y se nos han ido nuestros seres queridos sin poderlos despedir, ni han sabido gestionar la economía, aunque nos lleguen los 140.000 millones, -que todavía está por ver-.

José Manuel Belmonte

POSDATA: Sólo si al lector le quedan fuerzas,  o duda de lo que aquí expreso, copio y pego CARTA de un eminente Medico, y Catedrático, dirigida  hace unos días al Sr. Pedro Sánchez.

Señor Sánchez, quiero escribirle esta carta para solicitarle que por el bien de España y todos los que nos consideramos españoles dimita usted como Presidente del Gobierno y con usted todo el Gobierno que tan desafortunadamente dirige. Supongo que, dada la libertad de expresión, que tanto se invoca y se practica, este escrito no me traerá consecuencias, pero aunque así­ fuese no puedo resistirme a hacerlo.

Como es lógico y correcto quiero, en primer lugar, presentarme. Mi nombre es Jesús Devesa Múgica, DNI 3….. N, vivo en Teo (La Coruña), soy médico jubilado, tengo 75 años. He sido Catedrático en la Facultad de Medicina de Santiago, Jefe Clínico en el Hospital Universitario de Santiago, Profesor Emérito en la Universidad de Santiago, Universidad a la que he dedicado toda mi vida docente e investigadora desde que finalicé la carrera en 1970. He contribuído a la formación de más de 25.000 médicos, numerosos doctores, catedráticos y profesores universitarios. He recibido 26 Premios de investigación, y soy miembro profesional de la Academia de Ciencias de Nueva York, la Royal Society de Londres y la Federación Americana de Sociedades de Biología Experimental. Tengo además la cualificación de Qualified Deputy in Manufacturing of Medicinal Products, y soy Evaluador Científico de la Agencia Nacional, Agencia Valenciana, Agencia Argentina, Agencia Rumana y de la Auckland Research Medical Foundation de Nueva Zelanda. Soy Editor de diversas Editoriales de revistas científicas. Para no alargar este tema puede usted, si lo desea, consultar mi CV en la página web: https://jesusdevesamugica.com

Una vez presentado quiero ahora explicarle el por qué, en mi opinión, debe usted dimitir.

1)            Se presenta usted como Doctor, lo que no se corresponde con la realidad. No entro en el tema del supuesto plagio en su Tesis, tan comentado, porque lo desconozco, pero sí­ en varios puntos que invalidan la defensa de su presunta Tesis: a) la Presidenta del Tribunal era también la Directora de su Tesis, algo que no está permitido; b) tres, al menos, de los 5 miembros del Tribunal, habían defendido su Tesis doctoral en un período de tiempo inferior a los seis meses reglamentarios. Estos dos puntos son ya, en mi opinión, suficientes motivos como para que la defensa de su presunta Tesis no hubiera podido celebrarse. Entre nosotros no entiendo que el Rector de la Universidad de Madrid en la que se defendió la Tesis, o el Presidente de la Comisión de Doctorado de esa Universidad, o, en último término, el Consejo de Rectores, no hubiesen tomado cartas en el asunto para abrir un expediente e invalidar esa defensa, entre otras cosas.

2)            Permite usted que su esposa Doña Begoña Gómez, dirija el Africa Center del Instituto de Empresa, algo para lo que se necesita una Licenciatura que la Sra Gómez no tiene, así­ como 9 másteres en la UCM quien, además, al parecer, ha creado una cátedra extraordinaria para ella. Tras tantos años dedicado íntegramente a la Universidad y conociendo, por tanto, todo lo que hay que acreditar y pasar para obtener un puesto fijo como docente, me resulta inconcebible todo esto. Claro que usted no tiene la culpa, directamente, pero honestamente creo que como Presidente del Gobierno debiera haber intervenido, quizás través de su Ministro de Universidades (o Ciencia) para que una situación así­ no pudiera darse, máxime cuando en nuestro país hay cantidad de investigadores de valía que están en el paro o cobran sueldos ínfimos.

3)            Dejemos ya la cuestión universitaria, pese a que la formación es la clave de un país, y pasemos a otras cuestiones. Por ejemplo: le he visto y leído en TV y prensa, en innumerables ocasiones, que jamás pactaría usted con el señor Pablo Iglesias («le quitaría el sueño»). Sin embargo, llegado el momento pasó lo que pasó, gran abrazo incluído. ¿Cómo se puede mentir de esa manera y quedarse tan tranquilo después? ¿Cuáles son sus ambiciones? ¿Presidente a cualquier precio?.

4)            Igualmente le he visto y leído en TV y prensa, en innumerables ocasiones, que jamás pactaría usted con terroristas. Sin embargo, llegado el momento, ahí­ está usted pactando con Bildu, descendientes o colaboradores (supongo en algún caso) de los que asesinaron por asesinar a casi mil españoles, muchos niños entre ellos, de los que la gran mayoría no tenían nada que ver con el País Vasco. Claro que «Otegui es un hombre de paz», ahí­ está a lo mejor (o a lo peor) la explicación, y de ahí­ el pacto y el que su Ministro del Interior conceda trato de favor semana tras semana a quienes deberían de pudrirse en cárceles como era la famosa Albatros americana. No hay más que ver la cara cínica del llamado Txapote para entender donde debiera continuar y de dónde no debería salir.

5)            Le he visto y leído en TV y prensa, en innumerables ocasiones, que jamás pactaría usted con los separatistas catalanes, y, por supuesto, que no habría indulto para los condenados por el intento de golpe de Estado o como quiera llamarle. ¿Cuánto va a tardar en concederles el indulto?, ¿esperará usted a que finalicen las elecciones de Madrid? ¿Es tan importante el ser Presidente como para renunciar a toda dignidad? Parece que sí­.

6)            ¿Conoce usted Venezuela señor Sánchez? ¿Sabe algo acerca de la miseria en la que vive la población? ¿Sabe algo del narcotráfico y el robo de millones y millones de dólares por parte de la clase dirigente? ¿Cuál es la razón por la que no se nos permite a los españoles saber a qué vino a España la Sra. Delcy Rodríguez?, ¿por qué se reunió con el señor Ábalos?, ¿por qué se dieron tantas versiones diferentes de todo ello? ¿Qué llevaban las 40 maletas que pasaron a Madrid? ¿Dónde están esas maletas? ¿Cuál es el auténtico motivo de la subvención o rescate a la compañía aérea Plus Ultra?

7)            ¿Conoce usted Bolivia señor Sánchez? ¿Conoce el narcotráfico que se genera en ese país, a 40 kms. de Cochabamba? ¿Sabe usted a qué fue a la Embajada española en Bolivia una diplomática de su Gobierno? ¿Nos puede explicar por qué la policía boliviana tuvo que expulsar a los GEOS españoles allí­ enviados y por qué y para qué los enviaron? ¿Conoce la miseria en la que viven la mayoría de los bolivianos, incluída la falta de hospitales? ¿Sabe usted que en Bolivia el señor Morales había introducido a médicos cubanos a cambio de quién sabe qué ¿Sabe usted que el señor Morales hizo unas declaraciones públicas en las que afirmaba que prefería hacer cien campos de fútbol que un hospital para niños con cáncer? Yo sí­ lo sé porque estaba en Bolivia cuando hizo esas afirmaciones y lo leí­ en la prensa de ese país.

8)            Ante lo que le digo en los puntos 6 y 7, ¿prefieren usted y su Gobierno negociar con Mercosur antes que con Europa? Supongo que sí, entre otras razones porque en Europa usted, y por desgracia y gracias a usted, España y los españoles estamos totalmente desacreditados.

9)            ¿Cree usted, como dice, que puede estar orgulloso de la gestión de la terrible pandemia que vivimos desde hace más de un año? En el Congreso, finalizada una de sus intervenciones, ví­ y escuché que en voz muy alta y clara decía: ¡Viva el 8 de marzo!. ¿Sabe usted que bastante antes del 8 de marzo la OMS ya había advertido del peligro de las aglomeraciones y el contagio por el coronavirus? ¿Sabe usted que ese 8 de marzo de 2020, absurdo, produjo 20.000 contagios directos y quién sabe cuántos indirectos?. Gestión desastrosa por no habersela encargado a científicos y no a filósofos.

10)         Decreta usted un Estado de Alarma, decisión muy acertada. Sin embargo, no es capaz de promulgar una Ley o decreto o como quiera llamarle que impida de una vez por todas lo que desde hace tiempo vemos diariamente en TV: botellones, fiestas, ataques a la Policía, robos y saqueos, ¿hasta cuándo vamos a continuar así?. Evidentemente la liberad individual es un derecho constitucional, pero, como supongo que conoce, la libertad de uno acaba cuando comienza la de otro. Esas fiestas, esos botellones, esos saqueos, ataques, acaban con vuestra libertad porque no solo ponen riesgo, aún mayor del que ya padecemos, nuestra economía, sino también nuestra propia vida.

En fin, habría mucho que decir todavía, pero creo que no vale la pena, lo dicho debe ser suficiente para que dimita usted y todo su Gobierno y de paso a un Gobierno de expertos de verdad. Que utilicen el sentido común y no la polí­tica para hacer dinero de por vida, generar millonarios puestos de trabajo para los afines, disponer de cientos de coches de alta gama cuando el país está en una crisis económica como nunca hubo y los niveles de pobreza extrema suben y suben sin parar.

Para finalizar no soy fascista, algo que está de moda repetir cuando no se comulga con las ideas y prácticas que ustedes predican y utilizan. Tampoco soy católico, y no pertenezco ni he pertenecido a ningún partido poí­tico, tan solo soy una persona que ve y vive una realidad que no le gustaría. Para más aclaraciones he votado al PSOE y a PP, en diferentes ocasiones, y a un hermano de mi padre le asesinó a los 27 años la Falange, el 20 de agosto de 1936. Le digo todo esto para que no le quede ninguna duda acerca de que quien le pide que dimita tan solo es una persona preocupada por el presente y el futuro de mis hijos y nietos.

Dimita ya, señor Sánchez.

Jesús Devesa

Teo, 6 de abril de 2021

Acerca de José Manuel Belmonte

Soy un ciudadano del mundo observador y caminante. La Vida, la Naturaleza y la Humanidad, pero sobretodo el corazón del hombre son una fuente inagotable de sorpresas. De eso escribo…

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