sábado , 12 octubre 2024

Templos, para hacer visible ¿qué?

Están sucediendo acontecimientos y cambios tan acelerados e importantes que invitan a abandonar la dualidad, la lucha, la fuerza, la mentira y las medias verdades que generan confusión. Muchos tenían la sensación de que algo iba a ocurrir a la Humanidad, ya que al crecer y cambiar, ¿el traje se ha quedado pequeño?

No se trata solo del tema sanitario a nivel mundial o la crisis económica y la gestión de una y otra. La Naturaleza importa, ¡también el recuerdo de los seres queridos! Como decía Epicteto: «la verdad triunfa por sí misma, mientras la mentira necesita cómplices».

Desconozco si algún día llegaremos a conocer todo el trasfondo, porque la tensión es muy profunda, y abarca desde el medio ambiente a los valores humanos, sociales, éticos y espirituales. Además está encuadrado en una distopía, semejante a un «huracán de magnitud aceleradamente creciente», según E. Carrillo.

https://youtu.be/wJkXB7RKZKk

Desde el 31 de diciembre 2019 es la fecha inicial que  la OMS alerta de una enfermedad por un nuevo Coronavirus, COVID-19, han pasado 7 meses de cambios.

La UE adopta la estrategia a largo plazo para ir bajando y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 40 % de aquí a 2030.

El  14 de marzo de 2020, el gobierno de España decreta el Estado de Alarma. Pero en abril Estados Unidos suspendería los fondos para la Organización Mundial de la Salud (OMS), en medio de la pandemia mundial.

El 21 de julio de 2020 los líderes europeos acuerdan crear un Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros. (España recibirá 140.000 millones).

 El 24 de julio 2020 Turquía ha convertido, de facto,  la Catedral de Santa Sofía en mezquita. No es un tema menor y me voy a ocupar especialmente. Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, inauguró este viernes el primer rezo musulmán en 86 años en el templo bizantino de Santa Sofía en Estambul.  Para hacerse una idea, les dejo la información FRANCE 24 Español:

1.-  La realidad histórica.

Los edificios religiosos de cualquier religión, -los templos-, son manifestaciones visibles de las diferentes culturas religiosas, pero… no imprescindibles para  la divinidad ni para que los humanos  puedan orar o rezar.

a) El origen: «Santa Sabiduría».

 Porque es así, su nombre. No es el nombre de una santa llamada Sancta Sophia o Sofía, es la transcripción fonética al latín de la palabra griega «sabiduría». El nombre completo en griego es Ναός τῆς Ἁγίας τοῦ Θεοῦ Σοφίας:  «Iglesia de la Santa Sabiduría de Dios«. Estaba pues dedicado a la Divina Sabiduría, una imagen tomada del libro de la Sabiduría de Antiguo Testamento y que hace referencia a la personificación de la sabiduría de Dios o segunda persona de la Santísima Trinidad. Su fiesta se celebra el 25 de diciembre, aniversario del Nacimiento encarnado del Verbo o Logos, que es Cristo Jesús. 

Imagen de la catedral de santa Sofía, en Estambul

Es un edificio emblemático, mandado construir o reconstruir por el emperador Justiniano. Fue reconstruido entre el 532 y el 537 y conocido como Santa Sofía o Hagia Sophia.  Desde su inauguración el año 360 y hasta 1453 fue  catedral o basílica ortodoxa bizantina de rito oriental de Constantinopla. Son 1093 años.

Era la tercera iglesia de la «Santa Sabiduría» edificada en ese mismo emplazamiento y que Justiniano mandó reconstruir,  en ella trabajaron más de 10.000 trabajadores. Fue la sede del Patriarca de Constantinopla y el punto focal religioso de la Iglesia ortodoxa oriental por casi mil años.

Es famosa por su enorme cúpula, considerada como el epítome (compendio fundamental) y obra maestra del arte bizantino que «cambió la historia de la arquitectura». Fue la catedral con mayor superficie del mundo durante casi mil años, hasta que se completó la obra de la catedral de Sevilla en 1520.

b) Primera etapa como mezquita.

Tras la conquista de Constantinopla por los turcos otomanos, a las órdenes del sultán Mehmed II Santa Sofía se convirtiera en mezquita y mantuvo esta función desde  1453 a 1931,(478 años). Durante se le añadieron detalles arquitectónicos islámicos, como el mihrab, el minbar y cuatro minaretes. Así ha servido de modelo para otras mezquitas otomanas.

 c)  Cierre y Museo.

 En 1931 fue cerrada al público por el gobierno  turco y 1 en febrero de 1935  el fundador de la República de Turquia, Mustafa Kemal Atatürk, utilizó la iglesia para un acto de gran importancia simbólica: convertir Santa Sofía en un Museo. El mensaje de  entonces era que la Turquía moderna era un estado secular.

En 1985 fue reconocida por la UNESCO como monumento del Patrimonio Cultural de la Humanidad. Así  se ha mantenido hasta julio 2020.

d)  Desde julio 2020, Mezquita, de nuevo.

El recurso fácil: ceder a la presión y poner las instituciones a su servicio. En julio de 2020, el Presidente turco Erdogan que no atravesaba su mejor momento político, ha vuelto a usar el poder simbólico de este patrimonio cultural mundial. El Partido del Presidente, «Justicia y el Desarrollo», de tradición nacionalista-islámica, había abandonado oficialmente esa ideología en favor de una Democracia conservadora.  Pero, para muchos de sus votantes, Santa Sofía representa la conquista lograda por los otomanos y la superioridad del mundo islámico.  Así que cedió a la presión islamista y, ha anunciado que a partir del 1 de agosto, el histórico templo bizantino, se reconvertía en templo musulmán, como «Gran Mezquita de Santa Sofía«.

Interior de la catedral de santa Sofía, en Estambul, Turquía

Como era  lógico, previamente, a petición de varias asociaciones al más alto Tribunal Administrativo de Turquía, este revocó la decisión gubernamental de 1934, que confería a Santa Sofía el estatuto de Museo. El Gobierno tenía manos libres.

Antes de ser abierta, el día 24, se habilitaron espacios entre las avenidas cercanas, para los hombres, y dos parques para las mujeres que quieran asistir.  Después fue abierta a la oración hasta el día 25. Erdogan acudió acompañado por sus ministros y tuvo lugar al primer rezo musulmán en 86 años. 

Puede verse, gracias al canal FRANCE 24Español y con opinión deWilfred Amr Ruiz, Dir. de Comunicaciones del Consejo Rel. Islámico-americanas, desde Miami.

2.-  Reacciones y repercusión mundial.

 La UE condena la decisión turca.Las relaciones UE-Turquía se encuentran actualmente sometidas a presión por preocupantes acontecimientos que afectan los intereses de la UE.  Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, en el primer encuentro desde la pandemia del coronavirus, condenaron, ya el 14 de julio la decisión turca de convertir la icónica Santa Sofía de Estambul en mezquita y señalaron que esto «inevitablemente alimentará la desconfianza, promoverá nuevas divisiones entre comunidades religiosas y socavará los esfuerzos en favor del diálogo y la cooperación». Los ministros también pidieron el cese de perforaciones «ilegales» y «unilaterales» de Turquía en el Mediterráneo Oriental y pidieron a Turquía contribuir activamente a la solución política en Libia, respetar los compromisos que ha asumido, incluyendo el embargo de armas de la ONU.

Turquía presionada por el fanatismo islamista -dentro del país y de los países del entorno-, recupera su identidad musulmana dejando a un lado, de momento, su proyecto de ser parte de la Unión Europea. Y Erdogan respondió que «las acusaciones contra nuestro país por Santa Sofía representan un ataque directo a nuestros derechos soberanos«.

La UNESCO, ha criticado que se haya cambiado, sin consultar. el estatus del monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad, desde 1985.

En Grecia, tanto el Gobierno como varios partidos opositores tildaron el cambio de orientación del monumento  como «desafío al mundo civilizado».

La Iglesia Ortodoxa Rusa por su parte,  rechazó la decisión de Erdogan calificándola de «insulto«.  En Rusia, Putin, cree defender los valores y la cultura europea:  https://youtu.be/85ze6RQqOF0

El Consejo Mundial de Iglesias (CMI), principal organización  ecuménica cristiana internacional, con sede en Ginebra, con 350 iglesias afiliadas y con cerca de 600 millones de cristianos, en más de 120 países, dicen  que «Ha revertido la positiva imagen aperturista de Turquía cambiándola por otra de exclusión y división«. (La Iglesia Católica Romana no está afiliada.  Sin embargo, el papa Francisco expresó su pesar por la medida turca).

Ioan Sauca, secretario general del consejo ecuménico, en una carta dirigida al mandatario turco, recordó que desde 1934 Santa Sofía ha sido «un lugar de apertura, encuentro e inspiración para personas de todas las naciones y credos«. Y añadió que la basílica fue un ejemplo del compromiso de Turquía «con el secularismo, la inclusión y el deseo de dejar atrás los conflictos del pasado». En opinión del máximo responsable del Consejo, la conversión de un lugar tan emblemático en mezquita «traerá inevitablemente incertidumbre, sospechas y desconfianza, minando todos los esfuerzos por sentar a personas de diferentes religiones en la mesa del diálogo y la cooperación».

España en el punto de mira.

Aunque en España, por la especial gravedad de las circunstancias sanitarias, económicas y políticas que atraviesa, el cambio de estatus de «Santa Sofia» ha pasado casi sin interés para la mayoría.

 Sin embargo, Florentino Portero Y Carlos Echeverría, han analizado las causas, procesos y consecuencias de la islamización de Turquía. Según Carlos Echeverría: «no hay acciones ni actitudes inocuas en todo lo que tiene que ver con el mensaje reivindicatorio islamista…(aunque) a algunos les puede parecer inocuo, y a ingenuos, atractivo como es la idea del doble rito… no está exento de riesgos y peligros».

«Turquía recupera su identidad musulmana e islamista, dejando atrás su proyecto de ser parte de la Unión Europea», según  Florentino Portero,Director del Instituto de Política Internacional de la Universidad Francisco de Vitoria.   

Imagen de Constantino y Zoe adorando a Cristo en el interior de la catedral de santa Sofía, en Estambul, Turquía

La conversión de la Catedral de Santa Sofía en Mezquita, era uno de los objetivos del fundamentalismo que, apoyados de una forma u otra, por medios y economías en la sombra, llevan tiempo reclamando.  El siguiente paso, es España y es Córdoba.

Carlos Echeverría (profesor de Relaciones Internacionales de la UNED nos cuenta cómo afectaría a la Mezquita de Córdoba el cambio en la basílica de Santa Sofía) lo analiza en su informe: «De Estambul a Córdoba: los símbolos del islamismo». No olvidemos que aunque el islam es una religión, el islamismo es una ideología y se van a renovar las presiones sobre la catedral de Córdoba, para recuperarla como mezquita. Muchos medios y personas de la política española, más que alentar cualquier legítima reivindicación intentan forzar la expulsión de la Iglesia Católica de la catedral de Córdoba.   www://seguridadycultura.es

La entrevista en el webinar citado (video cuyo principal objetivo es educativo y práctico)  puede servir para que abran los ojos y se tengan ideas claras sobre el tema.

Si Santa Sofía, ha dejado de ser Museo, con un gobierno que ha cedido a la presión,  la Mezquita-Catedral, según los expertos, puede perder su carácter de Catedral :1) «Si las Administraciones públicas no se toman en serio la cuestión«; y 2) si hay personas dispuestas a reivindicar ese cambio, y despistados dispuestos a admitirlo, (lo que estimula esa reivindicación).

Echeverría arroja cinco ideas de máximo interés:

  1. Idealizar lo islámico más allá de reconocer un capítulo de la historia de España y de un importante legado cultural es un error, máxime en un momento en que las tendencias en el mundo musulmán avanzan en sentido contrario al de la «interculturalidad«.
  2. El cambio de estatus de Hagia Sophia, uno de los principales símbolos del pasado esplendor del Islam, esta vez en la figura del Imperio Otomano, va a producir una suerte de efecto llamada que, como ya se está viendo, revitalizará los discursos que reivindican la Mezquita-Catedral de Córdoba como edificio religioso musulmán.
  3. Debates sobre la titularidad de la Mezquita-Catedral, así como de la gestión y uso del edificio alimentan a quienes buscan con fruición revertir la actual situación del edificio y que, al igual que se ha logrado con la basílica de Santa Sofía, acoja de nuevo el rezo musulmán.
  1. La práctica del culto doble en un espacio como el de la Mezquita-Catedral de Córdoba resulta tremendamente compleja, cuando no del todo imposible, dada la presencia de iconografía cristiana en todo el espacio y de enterramientos en el recinto. Al igual que ocurre en Hagia Sophia, supondría un peligro inasumible desde el punto de vista de conservación del monumento Patrimonio de la Humanidad.
  2. La transformación de Hagia Sophia en mezquita supone un torpedo directo a la línea de flotación del equilibrio interreligioso, no sólo de cara al catolicismo sino, sobre todo, en relación con la Iglesia Ortodoxa, tanto en Grecia, con lo que ello supone en términos geopolíticos respecto a Turquía, como, en menor medida, en Rusia. Un contexto en el que la Mezquita-Catedral de Córdoba se sitúa de nuevo en el centro de un debate artificial promovido por quienes quieren lograr recuperar dicho espacio para el Islam.

CONCLUSION:

La religión, y la fe que la sustenta, es vida. Nace y crece desde el interior de la persona, o se muere. Es un don, no una herencia de nadie. Tiene una dimensión social que empieza en el respeto, el acogimiento y el altruismo, que va más allá de la justicia. Los únicos límites y las únicas barreras son las mentales, no las espirituales. Dios, puede ser nombrado y tener varios nombres, pero es único y hace que todo y todos sean uno.  

Ahora bien, la evolución personal e histórica de cada uno -creyente o no creyente-,   es libre, pero sujetas a las circunstancias políticas, socioeconómicas y culturales.

Por haber vivido, estudiado y trabajado en Estrasburgo y en Bruselas, he podido apreciar que son ciudades acogedoras, multiculturales y multireligiosas donde se respetan, y conviven agnósticos, cristianos (católicos, protestantes y ortodoxos), judíos y musulmanes. Tienen sus templos y se respetan mutuamente; se pueden visitar y acudir a charlas o conciertos, cuando  están programados y tienen lugar en alguno de ellos. El mismo edificio alberga la Universidad católica y la protestante, aunque ocupen diversas alas. No son muy frecuentes, pero hay celebraciones ecuménicas, con gran significado y especial sensibilidad.

No lejos de estas ciudades, se encuentra la comunidad monástica ecuménica de Taizé, atractiva para jóvenes y símbolo de unión espiritual y humana. Alguien dijo, que «verdadero templo vivo, es cada uno».

Ante los miles de fallecidos de cualquier creencia por el COVID-19 o la catástrofe de Beirut, se echa de menos un acto globalmente ecuménico, alejado de políticos y de fanáticos.

José Manuel Belmonte

Acerca de José Manuel Belmonte

Soy un ciudadano del mundo observador y caminante. La Vida, la Naturaleza y la Humanidad, pero sobretodo el corazón del hombre son una fuente inagotable de sorpresas. De eso escribo…

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