French 75 versus Los Amigos de la Navidad.
Paul Thomas Anderson nació en 1970 en California y, desde entonces, parece empeñado en contar la historia de su país… pero a su manera: con petróleo, música, porno, sectas y un poco de locura genial.
Su filmografía es como un álbum familiar de los Estados Unidos: cada película muestra una cara distinta de ese país que siempre está al borde del colapso emocional.
En Boogie Nights nos metió en los setenta más delirantes a ritmo de disco y celuloide para hablarnos, en realidad, del sueño americano visto desde un rodaje porno.
En Magnolia, montó un culebrón coral donde la culpa y el perdón llueven (literalmente) del cielo.
Luego llegó Pozos de ambición, donde convirtió la fiebre del petróleo en una metáfora brutal del capitalismo salvaje.
Y por si faltaba elegancia, con El hilo invisible retrató la obsesión y el control con más precisión que un sastre inglés con TOC.
Anderson tiene ese don de filmar lo íntimo como si fuera épico y lo épico como si fuera terapia de grupo.
Su cine es denso, hipnótico y lleno de personajes que se arrastran entre la genialidad y la ruina.
Así que sí, puede que Paul Thomas Anderson sea un narrador de la historia de los Estados Unidos… pero uno que, en vez de escribirla, la desenrolla plano a plano, mientras te deja con la mandíbula por el suelo y el alma hecha trizas
Si Una batalla tras otra no es una obra maestra, le falta poco.
Una película que las escenas de acción parecen filmadas por Christopher Nolan.
El humor parece sacado de las películas de los Hermanos Coen.
Pero todo ello dando un aire épico al relato, que a ratos es una comedia negra y a ratos un denso thriller policiaco.
Nos presenta unos USA polarizados donde los radicales extremistas se enfrentan para dominar el país.
Los anticapitalistas han sido derrotados y depositan sus esperanzas en las generaciones venideras.
Los segregacionistas y supremacistas están en el vértice de la pirámide del poder económico y político.
Es portentoso cómo construye sus personajes.
Impresionante Leonardo DiCaprio en bata huyendo.
Colosal Sean Penn que no puede controlar su lívido ante el cuerpo de una negra, que asegura sufrió una violación inversa. Desternillante y patético.
Hay secuencias que perdurarán en la retina de los espectadores para siempre.
Una película en la que se respira y se vive buen cine en cada fotograma.
Mi puntuación: 10/10.
Ficha técnica en este enlace.
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Muchos besos y muchas gracias.
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Crítico de Cine de El Heraldo del Henares
Colaborador de Esradio Guadalajara, Alcarria TV, Nueva Alcarria y GuadaTV Media