martes , 19 marzo 2024

‘Érase una vez en… Hollywood’, de Quentin Tarantino: «Esto es cine, y del bueno, amigos…»

Cuando uno va al cine, más o menos sabe lo que se va a encontrar. Conoce al director, los actores, ha visto un tráiler, algún amigo le ha spoileado media película… ¡Quién no ha pasado por todo esto más de una y más de dos veces!

Por Roberto Mangas Moreno

Con Tarantino, no. Esto no ocurre. Tienes una ligera de qué te vas a encontrar: unos diálogos eternos, intensos, demoledores, mucha violencia, algún giro inesperado… pero no sabes en qué contexto, en qué momento, y, si de verdad, todo eso, ocurrirá.

A partir de todo lo anterior, tras haber visto hasta ahora su completa octografía, que no filmografía, un millón de veces, me dirijo a la sala expectante, nervioso. No me pasa con ningún director, con ninguna saga. Entro. Se apagan las luces. Y…

Dos horas y cuarenta minutos después, salgo, no quiero decir llorando, pero emocionado. Extasiado. Las cosas como son. Estamos ante una obra maestra del cine, el culmen de lo que fue, es y tiene que ser aquel invento del demonio de los hermanos Lumière. La perfecta transición entre un plano, un diálogo, un gesto y una canción.

Una Margot Robbie (Sharon Tate, qué guapas ambas) sonriendo para toda la eternidad; un Brad Pitt eficiente, o más bien Cliff Booth, el doble en las escenas de acción de Leonardo DiCaprio (inmenso, una autoafirmación del enorme caudal interpretativo de quien, una vez, persiguió un Óscar durante años, reivindicándose en cada película), un actor de westerns, venido a menos, llamado Rick Dalton; siempre ambos en un eterno tú a tú de colegas, de compañeros de un Hollywood que ayer era todo pero que pinta a la nada más absoluta mañana. Del final, mejor no decir nada. Es el genio de Knoxville en estado puro.

Tarantino ha hecho lo que le ha dado la gana aquí. La novena película (su penúltima, dice) de toda su obra, es la menos tarantiniana de todas, pero quizás la más íntima, personal y directa. Un homenaje al cine, con mayúsculas, reflejado en cada cartel, emisora, programa o lata de comida para perros que aparecen. Es, para los que nos gusta esto, la escena de Michael Corleone, en El Padrino, cuando cierra la puerta en las narices a su mujer Kay, en bucle, una y otra vez, sin agotar. Porque esto es el cine.

Sipnosis:

‘Érase una vez en… Hollywood’ de Quentin Tarantino, nos lleva a Los Angeles de 1969, donde todo está cambiando, y donde la estrella de la televisión Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), y Cliff Booth (Brad Pitt), su doble de muchos años, se abren camino en una industria que ya prácticamente no reconocen.

La novena película del célebre escritor y director cuenta con amplio reparto y múltiples tramas argumentales que rinden un tributo a los momentos finales de la época dorada de Hollywood.

Ficha técnica:

Director: Quentin Tarantino

Productora: Sony Pictures España

Reparto: Leonardo DiCaprio, Brad Pitt, Margot Robbie, Bruce Dern, Tim Roth, Al Pacino, Timothy Olyphant, Kurt Russell, Dakota Fanning, Damian Lewis, Luke Perry, Emile Hirsch, James Marsden, Michael Madsen, Clifton Collins, Keith Jefferson, Nicholas Hammond y Julia Butters.

Estreno en España: 15 de agosto.

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4 comentarios

  1. José Manuel Pardo

    ¿Pero quién ha escrito esto, un niño de siete años?

  2. José Manuel Pardo

    Este segundo comentario ha sido eliminado por el Administrador, en base a los argumentos que más abajo se indican.

    • De acuerdo con las normas de redacción, no se publicarán comentarios con ataques personales, ofensivos o insultantes. Los lectores tienen a su disposición miles de foros en Internet donde poder descargar sus fobias y frustraciones personales. No es el caso de EL HERALDO DEL HENARES, que admite todo tipo de comentarios críticos, pero no insultantes ni con ataques personales, sean al equipo de redacción o al resto de lectores. Por ello, aconsejamos a ese tipo de lectores que no aceptan las normas básicas de respeto y cortesía, que por salud mental no accedan a nuestros contenidos, siempre respetuosos con los lectores, les guste o no como están escritos, estén o no de acuerdo con su contenido, ya que dichos contenidos no son aptos para mentes cortas, estrechas e intolerantes.

      • José Manuel Pardo

        La verdad es que menuda diferencia, ya podías haber escrito el artículo tú, qué maravilla, da gusto leerte. En cualquier caso, resulta gracioso que, después de censurar una opinión totalmente respetuosa, en la que lo único que se ponía de manifiesto era lo infantil y vacío del contenido del texto y que esta persona escribe aquí por ser quien es, dato totalmente objetivo, vayas dando lecciones de tolerancia y regalando flores del tipo «mente corta, estrecha e intolerante».

        Aun así he reflexionado y me he ido a esos foros que indicas y, sorprendentemente, o no, me he encontrado con el perfil del autor de este artículo en una red social donde no sólo se autodefine como «troll» y hace alarde de ello, demostrando su infantilismo y todo lo que lleva asociado, sino que en un comentario reciente hace una crítica a un artículo de otra persona publicado en otro diario, en la que directamente se centra en el físico de su autor para denigrar dicha publicación. Es como si yo hubiera dicho en mi primer comentario: ¿quién ha escrito este artículo, un enano? Cosa que no hice. Supongo que si esta persona es capaz de volcar toda esa «frustración y fobia» en internet, aceptará deportivamente críticas y comentarios aplicando, como mínimo, su misma forma de proceder. Sinceramente, antes de dar lecciones de nada, miraos dentro y, dado que esta persona seguirá escribiendo y publicitándose aquí por ser quien es, porque por méritos no va a ser, haced un poquito de autocrítica, que nunca viene mal y transmitidle vuestra moralina a él.

        Te dejo el comentario público referido y me largo de aquí, que ya huele.

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