Buñuel, en el laberinto de las tortugas: ‘Es peligroso asomarse al interior’

Con motivo de la celebración del centenario del nacimiento de Luis Buñuel (1900-1983), se editó un precioso catálogo de la exposición del mismo nombre que se realizó en diversos centros del Instituto Cervantes durante los años 2000 y 2001, en el que se estudia la vida y la obra cinematográfica del cineasta, y cuyo título definitivo es Buñuel: 100 años. Es peligroso asomarse al interior, homenaje clarividente al gran Enrique Jardiel Poncela, autor de una obra teatral titulada Es peligroso asomarse al exterior estrenada en el Teatro de la Comedia de Madrid el 15 de abril de 1942. Luis Eduardo Aute compuso una canción, que con el mismo título del catálogo, decía: Pero por dentro, ay, por dentro…por dentro mi «yo» es como un clon dividido entre el alma y el gen. Y como decía Madame Curie…o no sé si fue Salvador Dalí, mejor enredarse en las redes del exterior porque es peligroso asomarse al interior.

            La película Buñuel en el laberinto de las tortugas nos cuenta la génesis y el, éste sí, surrealista rodaje del documental Las Hurdes. Tierra sin pan (1933), pero no tanto para historiar su estrafalario proceso de producción, como para viajar por el proceloso mundo interior de la creatividad de un Luis Buñuel decidido a cambiar los aires surrealistas de sus primeras películas, por los turbulentos caminos de una realidad que se avecinaba violenta y tormentosa, siendo su documental una metafórica visión de una España enquistada en la pobreza y el abandono.

            Sin embargo, y más allá del aspecto de denuncia política que supuso Las Hurdes, la película de Salvador Simó nos propone el relato de una hermosa historia de amistad (“Cuando mi padre hablaba de Ramón –Acín, el productor de Las Hurdes– se le cortaba la voz. Tenían entre ellos una amistad increíble”, le dijo Juan Luis Buñuel, hijo de Buñuel, a Simó); así como un trayecto onírico e introspectivo al interior de una mente durante el  proceso creativo, dibujando –nunca mejor dicho- a un Buñuel que, siempre bajo la bronca figura paterna, y las imágenes del sueño surrealista, no sale muy bien parado de la confrontación entre su imaginativo mundo fantasioso y el intento de reconstrucción fílmica de una realidad aberrante y misteriosa habitada por la miseria, la brutalidad y la muerte, ofreciendo el retrato complejo y poco complaciente de la contradictoria y genial personalidad del director aragonés.

            Pese a que la animación, intentando ser fiel al dibujo del tebeo (también se dice así, con perdón) original, se muestra con una cierta fluidez torpe y sincopada, mantiene una correspondencia nítida con los trazos originales, utilizando una técnica de animación simple y “primitiva”, pero de colores claros y evocadores que permiten crear los mundos inexistentes del onirismo y la horrorosa realidad de Las Hurdes con emoción y humanidad, regalándonos un boceto poco convencional de la rotunda personalidad de Buñuel, una reivindicación de nuestra historia del cine y una reflexión, apenas velada por el poder del relato, sobre las fronteras entre la realidad y las posibilidades de su recreación fílmica, así como entre los sueños y la ficción de la vida.

            Es peligroso asomarse al interior: siempre hay un misterio.

Sinopsis:

París, 1930. Salvador Dalí y Luis Buñuel son las principales figuras del movimiento surrealista, pero Buñuel ve cómo se le cierran todas las puertas después del escandaloso estreno de «La edad de oro». Sin embargo, su buen amigo, el escultor Ramón Acín, compra un billete de lotería con la loca promesa de que, si gana, pagará el documental que su amigo quiere rodar sobre Las Hurdes, una de las regiones más pobres y olvidadas de España… Película sobre el rodaje en la región extremeña de Las Hurdes, a cargo del maestro Luis Buñuel, de su película «Las Hurdes, tierra sin pan», en 1933, que adapta el cómic, de idéntico título, de Fermín Solís.

Ficha técnica:

Título original: Buñuel en el laberinto de las tortugas

Año: 2019

Duración: 86 min.

País:  España

Dirección: Salvador Simó Busom

Guion: Eligio R. Montero, Salvador Simó Busom (Cómic: Fermín Solís)

Música: Arturo Cardelús

Fotografía: Animación (director artístico: José Luis Ágreda)

Reparto: Animación

Productora: Sygnatia / The Glow / Submarine