sábado , 5 octubre 2024

En el comienzo, LA VIDA.

        Mi agradecimiento a quienes han querido que este aquí.  No es ningún esfuerzo haber hecho 600Km, porque en Lugo, me siento como en casa. La vida me da la oportunidad de agradecer a mis amigos de esta ciudad y de Galicia, a las familias y a los niños nacidos en estos años en Lugo, a Emilia y su equipo de Providav, que han ayudado y lo siguen haciendo con dedicación y altruismo. Me dicen que, en sus escasos 6 años de existencia Providav-Lugo ha ayudado a que nazcan 140 bebés; que el numero de beneficiarias atendidas fueron más de 125; y que los niños atendidos en total, superen ya los 200, – algunos hermanos de los recién nacidos-, es un logro que me alegra, y por el que os doy la enhorabuena.

       ¿Casualidad o coincidencia? Todo tiene un por qué.  Hace exactamente 9 años que, el 5 de julio de 2010, entró en vigor en España, la ley que reformaba la del 5 de julio de 1985 que despenalizaba el aborto. La nueva y vigente Ley 2/2010, la ley Aído,  de «Educación Sexual y reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo», se aprobó  sin consulta a expertos científicos y por conveniencias políticas. No le voy a dedicar ni un minuto.

       Tras esa coincidencia, quiero hacer una aclaración, sobre el  título…. «En el comienzo, LA VIDA», es de lo que hoy pretendo hablar, está en mi línea vital de siempre, como escribí en  » Con vida, cualquier reto«; pero el título lo he tomado prestado de una colección de Conferencias Inéditas de Jérôme Lejeune, (1968 – 1992) editado por la (BAC).

       «La figura de Lejeune es muy poco conocida en nuestra sociedad y, sorprendentemente, poco conocida en el mundo de  la medicina»  según Mónica López. Pero es uno de los científicos más grandes y queridos del siglo pasado. Hoy quiero rendirle un homenaje,  porque la vida de este médico es muy actual y tiene mucho que ver con la Asociación que me ha invitado  y desarrolla su actividad en Lugo.

         Espero que todo el mundo se enriquecerá al conocer a un científico y profesional ejemplar, hombre cabal, defensor de la vida y la verdad al que se le ha negado el reconocimiento científico a nivel mundial, pero que hizo de su vida y su profesión un reto: defender la vida.  Ojalá  sea capaz de hacerlo transmitir mi admiración porque, de verdad merece la pena.

        Para mejor comprensión dividiré mi exposición en dos parte y una conclusión.

                                                PARTE PRIMERA: LA VIDA.

      «En una sociedad necesitada de referentes, de personas ejemplares en el desempeño de su vocación y en la defensa de sus convicciones», Jérôme Lejeune, un referente. Lo es  por doble razón: 1) porque  ser el Padre de la Genética Moderna, que nos introduce en el principio de la vida; y 2) porque gracias al cariño a unas personas especiales, como son los Down, llegó a descubrir la causa genética de esa patología y abrió la puerta a la medicina genética.

        Jérôme Lejeune, tuvo una vida muy profunda e intensa, aunque no dilatada (13 de junio 1926 – 3 de abril 1994). Se casó , tuvo 5 hijos; estudió Medicina en La Sorbona, ocupó  puestos de renombre en los campos de la genética y descubrimientos de importancia mundial.

        Lo primero, es como el descubrimiento de un cuento, que las mamás contaban en todos los países a sus hijos: el cuento de Pulgarcito. Hay muchas versiones, siempre se trataba de un niño tan pequeño, que medía casi como «un pulgar», de ahí el nombre. Pero ayudaba a sus padres a salir adelante en las dificultades, a pesar de su pequeña estatura.

          Lejeune,  descubrió que Pulgarcito y su casa, existen. No es un cuento. Así que comenzó a investigar y descubrió quePulgarcito,  era real.  Solían vivir en un lugar donde no hay mucha luz; un lugar rebosante de vida; un lugar cálido, húmedo y  semejante a una discoteca, es decir con música y ruido, donde se puede saltar, bailar y jugar. Pero ese lugar existe.     

         Lejeune, supo que antes de medir «un pulgar«, Pulgarcito apenas medía medio milímetro. En el laboratorio le llamaban un óvulo fecundado o «cigoto» para él era Pulgarcito, el principio del ser humano; ese pequeñín es «todo un hombrecito». Es pequeño, porque es muy joven.

         El Profesor Lejeune, era un experto. Con solo comprobar que se han unido dos células una, llamada espermatozoide y la otra, un óvulo, sabe que se produjo la fecundación y la concepción. Que justo entonces el espíritu les da vida. «No existe la materia viviente, la materia no puede vivir sola, no se puede reproducir. Pero existe una materia animada, un cuerpo en el que se encarna el espíritu». Así surge la individualidad del ser humano, Pulgarcito: Rubén o Carla o el nombre de tu hijo/hija. Que vienen a experienciar la vida en ese cuerpo concreto.    

         Brian Weiss, en su obra «Muchos cuerpos, una misma alma» dice que «lo que hagamos en esta vida influirá sobre nuestras reencarnaciones a lo largo del camino de evolución hacia la inmortalidad».

         Esa vida única y apasionante no deja de sorprendernos. La banda magnética que contiene la información que transporta un espermatozoide y la banda magnética con toda la que contiene un óvulo, miden cada una 1 metro de longitud. Esos 2 hilos o lazos, vinculan a los donantes con la historia de la humanidad; aportan una información ingente y necesaria para que nazca un nuevo ser. (Será de la misma especie que sus donantes; pero  con una combinación única que no ha existido antes ni habrá después en el Planeta, distinta a la de los 7.500 millones actuales).

          Por eso en el «ovocito fecundado llamado «cigoto», Pulgarcito (mide 1/2 milimetro)  tendrá una longitud de 2 metros. «El hecho de que tenga que irse desarrollando durante 9 meses en el vientre de la madre, no cambia nada; posee  ya todo lo que necesitará para su personalidad futura».

        «En el principio hay un mensaje, ese mensaje está en la vida y ese mensaje es la vida». Es «la concepción«. (Podría ser fuera del útero, en una «probeta», lo único seguro es que el ser humano comienza en la concepción y si es en una probeta se puede ver).

          Si está en el útero, Pulgarcito, está en la capsula de supervivencia, (útero materno), como un cosmonauta. Al igual que el cosmonauta no está hecho por el cohete, ya que el cohete no es más que un vehículo, que facilita el abrigo y el alimento. Eso es el útero para el embrión o el feto, que llama Pulgarcito. Pulgarcito es quien se hace, crece y se mueve. Al igual que el cosmonauta, en la capsula de la membrana amniótica, en total ingravidez recibe fluidos-alimento de la madre y protección.

          Pero, se hace a sí mismo. Es totalmente independiente de la madre, que no hace más que proporcionarle dos cosas, ¡muy valiosas! albergue y alimento. Mientras que esté alimentado, no necesita nada más. Llevan en los genes que están conectados entre sí, sus provisiones y los programas que se descargará cuando lo necesite. Es él «quien se fabrica». (Si existiera un maquina o incubadora que proporcionara eso (cobijo y alimento, Pulgarcito se desarrollaría de igual forma). «Durante el embarazo hay dos seres, uno protegido por el otro, pero «no le pertenece».

          También, aunque pequeño, de medio milímetro, ofrece, tiene «información«. Esos 2 m de hilo vital, que, curiosamente, al principio. está enrollado de una forma tan precisa que cabe todo en la punta de una aguja de coser… Está enrollado cuidadosamente en unos bastoncillos que llamamos cromosomas, que son estructuras en el interior de la célula que contienen la información genética…y está enrollado en espirales de 3 órdenes sucesivos y prácticos». No tirados al azar, porque se harían nudos.

        A los dos meses, el embrión Pulgarcito, lo tiene todo en miniatura, las manos, los ojos, el cuerpo. Dice su hija, Clara, «es un cuerpo muy pequeño, pero después de esos dos meses lo único que hace es crecer. Si se pudiese coger el mismo dedo pequeño, se podría observar su huella dactilar».

          Así pues, todos los seres humanos hemos sido «Pulgarcito» en el vientre materno y hemos medido menos de un pulgar. Gracias a la ecografía se le puede ver. Desde la octava semana que se mueven, hacen piruetas, pueden mover sus extremidades, muestra sentimientos, juegan durante horas saltando y estirando los brazos. Es el comienzo, pero el hombre nunca está terminado. Hemos tenido de pequeñines una vida extraña y maravillosa, de misterio y de cuento real. Lejeune, biólogo altamente especializado, tenía pasión por la vida.

                               De Pulgarcito a los Down.

            Alguien ha dicho que «Defender la vida se convirtió  para Lejeune en misión». Pero tiene muchos aspectos. Cuanta su hija Clara que…Cuando  su padre se convirtió en doctor, su primer trabajo fue en un hospital donde conoció a un niño con síndrome Down. Cuando el Profesor Lejeune y un niño Down se encontraron, no fue casualidad. No fue a consecuencia de su descubrimiento el querer cuidar a los niños de síndrome Down; al contrario, porque quería cuidar a estos niños, realizó el descubrimiento.  Comenzó a investigar en esa dirección…

        Estaba tan entusiasmado por el progreso de la búsqueda que, le dijo a su mujer: «en uno o dos años habré comprendido el mecanismo» o el porqué de los Down.                 

          Antes de descubrir las causas de los Down, le dio tiempo a saber más sobre el entorno social de los Down, que era terrible: ya quela sociedad echaba la culpa a los padres de la enfermedad  de sus hijos y éstos, ocultaban a los niños. Según cuenta su hija Clara Lejeune, concretamente, decían: «cosas humillantes sobre los niños con síndrome de Down, como que la madre había tenido un mal comportamiento sexual o que su herencia familiar era mala... Los niños eran escondidos.  El Profesor, tuvo que enseñarles «que su hijo no era un monstruo, sino un regalo, un hijo amado de Dios, como lo somos todos los demás»; es más, demostró al mundo que  el origen del problema de los Down estaba en el código genético, y no procedía de la familia ni de un mal comportamiento.  «Mi padre siempre decía que un niño con síndrome Down es más niño que otros; es como si no estuviese acabado del todo. Así que si ese gen pudiese ser silenciado, el niño podría ser totalmente normal».

         Ignorancia y tabúes pueden ser producto de la evolución social, pero indigna que se juzga a los demás. Cuanta también su hija que seis meses antes de su descubrimiento, se decía que «era imposible que el código genético pudiera causar una enfermedad. Así que él consiguió la prueba de lo contrario. Fue la primera vez que se descubrió que una enfermedad podía provenir del código genético, de manera que se abría la puerta a la medicina genética y a la comprensión de que un cromosoma podía ser la causa de una enfermedad«.

         A los 32 años, el 22 de mayo de 1958 descubrió la primera anomalía cromosomática en el hombre, el trisoma 21, causa del Síndrome de Down. El y su equipo, analizaron células de cinco niños y cuatro niñas con síndrome de Down. En todas las muestras, de buena calidad, secontaron 47 cromosomas ( el cromosoma 21 tenía 3 copias, en lugar de 2). En ocasiones, se produce un error durante la división de los 46 cromosomas y el óvulo o el espermatozoide conserva las dos copias del cromosoma 21, en lugar de una. Si este óvulo o espermatozoide se fertiliza, el bebé recibirá tres copias del cromosoma 21, lo que se denomina trisomía 21 o síndrome de Down. 

https://www.facebook.com/sindromedeDown09/videos/399558373987101/

         Junto con sus colaboradores abrió la vía de los mecanismos de otras patologías citogenéticas. Averiguó que también existían personas con un cromosoma menos, por ejemplo la monosomía del cromosoma 5, etc.

      Y trató de encontrar algo que pudiera solucionar esas alteraciones en más o menos cromosomas. Creyó, que la investigación genética debía ir estrechamente ligada al desarrollo de tratamientos curativos o terapias clínicas de los síntomas.

       Un grupo de Científicos americanos, se desplazaron para comprobar sus investigaciones y su descubrimiento. Como resultado, en 1963, se le otorgó el premio  Kennedy, que le fue entregado por el mismo Presidente.

        Sus hallazgos le convirtieron en un referente mundial en genética clínica, lo cual le valió el nombramiento como experto en genética humana para la Organización Mundial de la Salud (OMS).

        Ese año fue nombrado Jefe de Servicio de Genética en el hospital Necker-Enfants Malades, de Paris. Allí trabajó hasta su muerte cuidando y tratando a centenares de niños y jóvenes, tanto con Síndrome Down  como de otras patologías genéticas. Poco después fue nombrado Director del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia.  

https://www.facebook.com/379364082866922/videos/680502295729739/

                             PARTE SEGUNDA: LA BATALLA.                                                                                              

           El trabajo de Lejeune le valió en 1969 el premio William Allan, otorgado por la Sociedad Americana de Genética Humana, el más alto galardón mundial en genética. Se esperaba que el paso siguiente sería recibir el Premio Nobel.

           Pero fue utilizado…y, comenzó la batalla. Lejeune vio horrorizado como en Estados Unidos empezaba a imponerse la idea de emplear el diagnóstico citogenético como una herramienta para practicar el aborto eugenésico y le pareció «profundamente desalentador«. Utilizar sus descubrimientos, para acabar con los niños, era devastador. Y cuando esa estrategia saltó a Europa comenzó la batalla de la vida contra la muerte. 

             «To kill or not to kill, that is the question«,según algunos.Lejeune lo tenía muy claro: «La naturaleza del ser humano está contenida tras la concepción en el mensaje cromosómico... Ya no se añade nada. El aborto mata al feto o embrión, y ese feto o embrión, se diga lo que se diga, es humano«.

             Así que se opuso rotundamente, en su mismo país, al proyecto de ley del aborto. «Matar a un niño por tener un cromosoma más, o menos, es un asesinato«. Y les defendió ante Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud.

             Invitado por Estados Unidos en 1971, pronunció un discurso en el National Institute for Health, donde se atrevió a decir sobre el aborto: “ustedes están transformando su instituto de salud (Health) en un instituto de muerte”. Esa verdad no fue bien acogida, y se dio cuenta. Con absoluta clarividencia escribió esa misma tarde a su mujer y su hija: «Hoy me he jugado mi Premio Nobel«. No querían que un científico se opusiera a la agenda abortista.

            Aunque alguna vez le llamaban para entregarle algún premio, pronto se daba cuenta que la mayoría de los médicos que participaban  en la ceremonia, le admiraban  porque gracias a su descubrimiento podían practicar  la amniocentesis, (es decir, la extracción de tejido del feto) y determinar si el bebé presentaba trisomía y poder abortarlo. Actualmente, con los test de cribado  disponibles, se llega a la misma conclusión.  (Se habla de fuentes de dinero: armas, droga, aborto).

          En la actualidad, en 2019, hay países que ya no dejan nacer bebés con síndrome Down y se  dice que para 2050, lo mismo sucederá en España. ¡Solo faltan 30 años!

         Sin embargo,  estas personas especiales, tienen todo el derecho a estar aquí, igual que cualquier otro ser humano, como lo prueban los actores de  CAMPEONES (y los Goya 2019), la titulación académica, de personas con síndrome Down, e incluso el acceso a la política, con cargos públicos electos en varias formaciones políticas y  distintas ciudades. Deben ser aceptadas de forma inclusiva, con normalidad. Es más, siguiendo la lógica:

        1) El hecho de presentar trisomía, es el mayor argumento contra la ideología y contra el argumento de «mi cuerpo es mío». Si tu cuerpo tuviera 47 cromosomas, serías tú la DownLuego,  no es tu cuerpo. Es el de alguien, que libremente te eligió parta experienciar la vida en ese cuerpo.  Es un cuerpo físico, mental y emocional, con alma y espíritu. Un cuerpo con fecha de caducidad, como todos, pero lleno de vida  y posibilidades con el que siempre tendrá un lazo especial. Sabiendo que no solo el bebé, sino todos, podemos tener«muchos cuerpos y una misma alma«, porque el cuerpo tiene fecha de caducidad, pero la vida «ni muere, ni termina».

         2)Lejeune  pudo descubrir la causa de los  Down, y cualquiera puede hacerlo, pero los avances de la investigación y los medios tecnológicos, permitirán en su momento, descubrir en el feto posibles anomalías futuras, como el ELA y otras enfermedades raras, parálisis cerebral e incluso el alzhéimer,etc; ¿aceptaría la familia, el médico y la sociedad que fueran eliminados?.

       3) Hay «datos alarmantes en relación con la pérdida de vidas, por falso diagnóstico de Síndrome de Down«, publicado por el Catedrático de Genética de la Universidad de Alcalá,  Nicolás Jouve. Generalmente, la trampa de la presión institucional, utilizando el Síndrome de Down se descubre cuando una mujer, a pesar del diagnóstico, decide seguir con el embarazo. Al dar a luz descubre que su hijo viene sin ninguna malformación, ni tiene síndrome de Down.

        4) Las presiones sobre la mujer embarazada han sido y son muy fuertes ¿por qué? ¿Por qué no se redobla el apoyo a las familias y a la mujer embarazada, con alguna dificultad? Todo el mundo habla del clima o del medio ambiente, pero pocostienen el coraje de hablar del llamado invierno demográfico.

        He conocido a sus padres  y a este niño, Abel, un encanto:

        La realidad del aborto no quiere reconocerse pero se sabe que, como dice el Dr. Esteban Rodríguez Martín:  «hay un ser humano que muere, hay otro ser humano que mata, y hay una mujer que sufre las consecuencias, y un padre del que no se habla. Pero el ser humano que mata no es la mujer, sino el médico, y eso va en contra de la esencia de la medicina…». Por otra parte, el Síndrome Postaborto es un problema «terrible» para la mujer y suelen olvidarse de informar de ese tema.  

          Posicionarse como defensor de la vida a Lejeune le acarreó problemas en sus charlas (v-g la Mutualité en la 5-5-1971), gente que le insultaba, o agredían a sus oyentes y decían que el feto solo eran trozos de carne. Nunca perdió la compostura y desarmaba con su paz y sus argumentos: «no combato contra las personas-decía-, sino contra sus falsas ideas«. Decía muy claramente:»la calidad de una civilización se mide por el respeto que profesa al más débil de sus miembros, no hay otro criterio para juzgarla».

        Algunos periodistas preguntaron a su hija, si para defender la vida de estos niños su padre se basaba en su fe o en su investigación científica?

       Respondió, Clara: «Principalmente en que era médico, no en su fe. Cuando eres médico has hecho el Juramento Hipocrático de no hacer daño. Y él siempre decía que el respeto a la vida no tenía nada que ver con la fe, aunque, por supuesto, está en la fe el respetar la vida. Por eso fue tan odiado por los partidarios del aborto. Era difícil luchar contra él porque sus argumentos eran de base científica. Quiso explicar que la vida comenzaba en la concepción,  y lo quiso contar  como quien cuenta un cuento que fuese inteligible para todos, como Pulgarcito. Esta es una historia para niños o una leyenda, pero es una realidad».

       El drama de este tema, en general, es que la gente no se implica, cuando debe hacerlo. «Soy Emilio Calatayud. Me traen al juzgado por un delito de poca relevancia a un niña de 15 años y, tras indagar, nos enteramos de que ya había abortado dos veces. Es decir, que debió quedarse embarazada por primera vez a los trece. ¿Quién atendió a esa niña? ¿Por qué no dijo nada, ni informó a nadie? ¿Por qué nadie alertó de nada? En España, la edad para consentir relaciones sexuales están en los 16 años. Es decir, que lo que esté por debajo de ese límite puede considerarse, en principio, una agresión sexual. Es verdad que hay que analizar la madurez de la pareja, la diferencia de edad… Vale, todo eso está muy bien. Pero seguro que estaremos todos de acuerdo que dos abortos con 15 años es una barbaridad. Lo que yo digo es que tenemos que implicarnos todos para que estas cosas no pasen. Y cuando digo todos, digo todos«.

        En 1981, dos acontecimientos importantes: 1) el atentado contra el Papa.  El 13 de mayo de 1981, en la Plaza de San Pedro en Roma, el Sumo Pontífice fue herido gravemente por los disparos del terrorista turco Mehmet Ali Agca. un acontecimientos mundial. Fue sometido a una operación de 3 horas. https://youtu.be/V-NLQeVwoXY

            Lo que muchos no saben es que  a causa de la noticia, ese mismo día Lejeune sufrió unos dolores tan agudos que necesito ingreso en un hospital. Y lo realmente sorprendente es que le operaron a la misma hora en que intervenían a Juan Pablo II.  Sus hijos, dicen que es «como si Jérôme cargara con parte del dolor del Papa».

        Su hija ha dicho: «Mi padre, aquella tarde, sufrió unos dolores inexplicables, tanto que fue hospitalizado durante tres días. Experimentó sufrimientos similares a los del Papa y una fiebre que desembocó en piedras en el riñón. Nunca le gustó hablar de la conexión entre su enfermedad y la del Papa, pero ésta realmente existió«.

           2) El otro acontecimiento fue la crisis de los euromisiles, que estuvo a punto de provocar la Tercera Guerra Mundial. Desde la llegada de Reagan a la Casa Blanca, en enero de 1981, se había vuelto a niveles de tensión de veinte años atrás y la crisis de los misiles en Cuba.

        Lejeune, había alcanzado un puesto en la ONU, como experto sobre los efectos de la radiación atómica en la genética humana.  Jugó un importante papel mediador gracias a su carácter  conciliador.

         El Vaticano estaba muy preocupado y envió mediadores a varios paíse (5), Gran Bretaña, Francia, Alemania, Estados Unidos y la Unión Soviética. Lejeune y otros dos investigadores genetistas fueron enviados a éste último.

          Y, aunque parezca increíble, Lejeune, contribuyó adesactivar la tensión con un cuento. Mientras cenaban en los aposentos del líder soviético Brézhnev, conto que  «Hace mucho tiempo, tres sabios partiendo de Oriente visitaron a un poderoso príncipe. Habían observado signos en el cielo, anunciando, -pensaban ellos-, una buena noticia: la paz sobre la tierra… ( y prosiguió):  Aproximadamente dos mil años más tarde, científicos venidos de Occidente se pasan por la casa de un hombre muy poderoso. Ahora la historia es diferente. Pues nosotros sabemos que, si por desgracia aparecen en el cielo signos desencadenados por los hombres, no será ya el anuncio de una buena noticia, sino el de una masacre de inocentes». Brézhnev, preguntó si sabían el alcance de las consecuencias. Aprovecharon para hablar sobre los efectos que podía acarrear una guerra nuclear en la población.  (Los efectos devastadores los puso de manifiesto, posteriormente, la película The Day After (El día después). 

        Sugirieron que, seguirían negociando y no serían los primeros utilizarlos. Como gesto de buena voluntad, el 8 de diciembre de 1987,  Mijaíl Gorbachov Ronald Reagan, firmaron el primer acuerdo importante de desarme nuclear. (Estipulaba la eliminación de todos los misiles de alcance corto (500-1000 kilómetros) y medio (1000-5500 kilómetros) de emplazamiento fijo en tierra, estuvieran o no provistos de cabeza atómica).

           La ruptura de ese acuerdo, acaba de llegar en 2019. Las dos potencias, se venían acusando mutuamente de deslealtad. EE.UU se salió del tratado, porque las armas rusas no se ajustan a las normas estipuladas; y los rusos dijeron: «Daremos una respuesta simétrica a EE.UU. Nuestros socios norteamericanos anunciaron que suspenden su participación en el tratado, pues también lo hacemos nosotros».

        Vladímir Putin,  acaba de firmar el abandono del Tratado de control de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) con lo que el anterior acuerdo, ha quedado roto definitivamente,  el 3 de julio 2019. Ha promulgado el decreto que pone fin a las obligaciones de Moscú ante el INF.»Este asunto atañe a nuestra seguridad, a la de ellos y, a la del mundo entero».

        Sin el carisma de Lejeune, con dos Presidentes desconfiados y enfrentados habrá que estar atentos. ¡Ojalá no tengan los Científicos que adelantar el Reloj del Fin del Mundo, como sucedió en crisis anteriores!

        Lejeune fue promotor, junto a Juan Pablo II, de la Academia Pontificia para la Vida cuyo objetivo era estudiar, informar y formar sobre los principales problemas de la biomedicina. Fue su primer  Presidente  y luego, Presidente Vitalicio hasta su fallecimiento, el 3 de abril de 1994.

         CONCLUSION: EL LEGADO.

        El legado de todo biennacido es su obra o sus obras. El gigantesco ser humano, defensor de los Pulgarcitos, nos dejó a los 68 años, víctima de un cáncer. Había atendido a más de 8.000 personas con síndrome de Down a quienes trataba como a sus hijos, dispuesto a atenderles, a cualquier hora.

        A lo dicho como médico y como investigador, se puede añadir que fue uno de los promotores de la asociación «Laissez-les vivre«,(¡Dejarles vivir!) asociaciones provida de Francia, ya que estaban utilizando su descubrimiento para todo lo contrario.

         Apoyó la creación y fue Presidente de otra organización complementaria a la de los niños, titulada «Secours aux futures mères» dedicada a ayudar a mujeres embarazadas que se encuentran en situaciones difíciles.

           La gran persona humana, comprometida socialmente, que ayudó a rebajar la conflictividad en momento de crisis mundial por conflictos armados, ¡vive!

            Tras su fallecimiento, Alexis, un niño con síndrome de Down, preguntó:  «Ahora que el profesor ha muerto, ¿quién me va a defender?«. Es pregunta, sigue abierta,25 años después.

       Pero al día siguiente de su muerte, un historiador, miembro del Instituto de Francia,  Pierre Chaunu, hizo públicamente una semblanza de Lejeune: «Más impresionantes y más honrosos aún que los títulos que recibió son aquellos de los que fue privado en castigo a su rechazo de los horrores contemporáneos… no podía soportar la matanza de los inocentes; el aborto le causaba horror(…), antes incluso de tener la prueba irrefutable, de que un embrión humano es ya un ser humano y que su eliminación es un homicidio; pensaba que esta libertad que se toma el fuerte sobre el débil, amenaza la supervivencia de la especie y, lo que es más grave aún, de su alma… era un sabio inmenso, más aún… un médico, un médico cristiano y un santo«.

           Tal vez la descripción humana y moral de Lejeune,  más elocuente, la escribió Juan Pablo II al conocer su muerte:«Siempre supo utilizar su profundo conocimiento de la vida y sus secretos para el verdadero bien del hombre y de la humanidad, y sólo para ese fin».

         Vivir es un regalo, es una dicha. Estamos llamados a disfrutar la vida, como nos recuerda su hija en el libro: «La dicha de vivir«.

        Queda, como esperanza, la Fundación Jérôme Lejeune, que él conoció y aceptó para proseguir y ayudar a equipos de investigación en varios países, y para ayudar a las personas con Síndrome de Down y otras enfermedades genéticas. A la entrada de la sede Fundación en Francia, tiene una Imagen de la Virgen con un niño juguetón, en su hombro. Es un niño Down.

        La luz, el bien y la vida no se pueden ocultar, la gente lo percibe y se difunde. La vida y el bien que hacemos pasa a otra dimensión. El karma, es la respuesta. La energía que se genera a partir de los actos de una persona, suele conocerse como un espíritu que justicia, equilibrio y paz.  

        El papa Juan Pablo II escribió al cardenal Lustiger de París, a propósito de Lejeune en estos términos: «En su condición de científico y biólogo era un apasionado de la vida. Llegó a ser el más apasionado defensor de la vida, especialmente de la vida de los por nacer, tan amenazada en la sociedad contemporánea, de modo que se puede pensar en que es una amenaza programada. Lejeune asumió plenamente la particular responsabilidad del científico, dispuesto a ser signo de contradicción, sin hacer caso a las presiones de la sociedad permisiva y al ostracismo del que era víctima«.

        Ciertamente, el cuerpo físico mental y emocional, de Lejeune está en la tumba, de París pero el alma y el espíritu de Lejeune, siguen vivos.  De hecho, el 28 de junio de 2007, se inició la causa de su beatificación y canonización. El proceso diocesano se concluyó el 11 de abril de 2012 en la catedral de Notre Dame de Paris. 

         Así, pues, la causa para su beatificación avanza lenta pero satisfactoriamente.  Se espera queun día no lejano, los Pulgarcito y los Down tengan un intercesor, un valedor y un gran patrono. Será la victoria de la vida, de la investigación y de la humanidad.

        Tal vez quienes le negaron el premio, comprendan ese día que, el NOBEL no es el mayor premio que puede obtener una persona. J. Lejeune es un ejemplo, personal y profesional.

       Lugo, 5 de julio 2019.

 José Manuel Belmonte        

Acerca de José Manuel Belmonte

Soy un ciudadano del mundo observador y caminante. La Vida, la Naturaleza y la Humanidad, pero sobretodo el corazón del hombre son una fuente inagotable de sorpresas. De eso escribo…

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2 comentarios

  1. Soy un hombre de 80 años de ciudad de Cordoba, Provincia de Cordoba. Argentina. Emocionante hasta las lagrimas el articulo sobre el D. Lejeune. Es un santo y le pido que interceda ante Nuestro Señor por mis hijos con problemas psicologicos y psiquiatricos y tambien para que aumente mi Fe. Señor ayudame para aceptar que se haga Tu Voluntad y no la mia. Ademas que no se apruebe le ley del aborto en Argentina que ya esta en discusion en las camaras legislativas. Salvo intervencion de Dios, tememos que saldra aprobada ya que los legisladores estan mas interesados en su propia supervivencia politica para vivir de los dineros publicos. Por ello son muy cobardes frente a las amenazas del lobby abortista. Podremos responderles en las elecciones del año proximo pero para el tema del aborto sera tarde. Que los Pulgarcitos y los Down ya eliminados tambien intercedan ante Su Divina Majestad por los futuros Pulgarcitos y Down puedan vivir.

  2. José Manuel Belmonte

    Hola Carlos, me alegro de conocerte y lo primero quiero saludarte. Aunque nos separan muchos kms, de tu edad a la mía solo 2 pasos( años) nos separan y somos coetáneos. Yo estoy en Guadalajara, España. Compartimos la vitalidad de la lucha por la vida, que ahora vuelve a estar en cuestión por que el lobby supuestamente progresista quiere hacer aprobar en la cámara legislativa la ley del aborto. Como bien dices, ni valoran la libertad, ni la vida pues como bien dices: «están más interesados en su propia supervivencia política para vivir de los dineros públicos».
    Ojalá, Jérôme Lejeune y su mujer, que falleció hace poco, y otros muchos intercedan para que se abra la mente de los que presionan y de los legisladores, porque desconocen la gran responsabilidad que asumen tanto personal como social; y lo que parece solamente cuestión de unos votos hoy, se incrementará día tras día, pues no se trata de un tema de salud sexual, sino de la eliminación de una vida humana que cargarán sobre las mamás, los médicos y los jueces. Los Down y los otros tienen derecho a vivir, como afirmó el gran genetista J. Lejeune.
    Un fuerte abrazo y gracias, convencido de que antes o después, nos encontraremos.

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