jueves , 28 marzo 2024

Jardines de Larra en Madrid: aparece un tramo de la muralla árabe

Desde hace unos meses LA GATERA DE LA VILLA anda pendiente del inicio de los trabajos de restauración y excavación del pretil conjunto que sustenta en sus costados occidentales parte de la calle del Factor y la calle de Rebeque y da límite oriental al conocido como Jardín de Larra, que en su lateral occidental limita con la calle de Bailén, aproximadamente en el espacio delimitado por el Palacio Real y la Catedral de la Almudena.

Crónica y fotografías de Julio Real González

Las obras se licitaron por parte del Ayuntamiento a finales de agosto del año en curso. Por fin, pudimos comprobar el vallado de la zona poco antes de la festividad nuestra Patrona, Santa María de la Almudena.

La única actividad previa observable fue la apertura y casi inmediato cierre de una pequeña cata, precariamente delimitada por una cinta y cuatro estacas. Pero, indudablemente, este somero sondeo tuvo un resultado positivo. Podemos afirmar, que tras el inicio de los trabajos de excavación iniciados el pasado lunes, ha salido a la luz un primer tramo, en esta zona, correspondiente al primer recinto amurallado de Madrid, habitualmente designada como muralla árabe o islámica, y en los últimos 25 años para acá, quizá de manera más políticamente correctamente para desprenderla de connotaciones étnicas o religiosas, «emiral-califal».

Antes de mostraros las imágenes, hemos de disculparnos por tratarse de fotografías obtenidas cuando ya ha caído la noche del 15 de noviembre. Los horarios laborales impiden desplazarnos entre semana en horarios diurnos (¡qué más quisiéramos algunos!). Pero recomiendo a aquellos lectores que tengan oportunidad, se acerquen cuando el astro rey se encuentre en su plenitud, podrán captar fotos detalladas y de paso observar a los operarios en plena faena… Seguro que el subsuelo del jardín nos ha de deparar más sorpresas.

La primera imagen sitúa el ámbito de esta primera cata arqueológica: junto al pretil en que confluyen las calles del Factor y Rebeque, con la referencia de la Catedral al fondo. Me temo que el arbolito recién plantado que podemos observar en primer plano deberá ser transplantado para avanzar con la cata.

En la siguiente imagen, ya vamos concretando lo que se va viendo: un grueso muro de mampostería de sílex de trayectoria lineal ligeramente oblicua en dirección norsuroccidental. No se puede apreciar bien, si el muro originalmente era mucho más grueso, y la mitad que se observa a la derecha fue cajeado en épocas posteriores a su utilidad defensiva, o quizá sea que el muro se apoya en un torreón o cubo típicamente cuadrangular. La oscuridad y el no querer embarrarme completamente los zapatos de vestir que calzaba en esos momentos me inhibieron de remontar la cumbre de tierra extraída frente a la cata.

La siguiente imagen muestra un detalle de la parte del muro que se «superpone» a la zona cajeada, o quizá torreón como dijimos anteriormente. Podemos apreciar, según zonas, tres o cuatro hiladas de mampostería.

A continuación, en la imagen se observa otra vista de esta fachada exterior de la muralla islámica, cuya parte cajeada quizá sí muestra mayor aspecto de cubo o torreón.

El trazado de la muralla en visión cuasi cenital, con su discurrir norsuroeste se aprecia con bastante claridad en la siguiente imagen.

Y finalmente, la última imagen de esta noche de noviembre, en la que se aprecia bien el trazado rectilíneo y el grosor de la construcción.

¿Podemos dudar de que se trata de la muralla «árabe»‘?

Por último, y si se confirma que, efectivamente, se trata de un tramo del primer recinto amurallado, levantado cronológicamente en tiempos del Emirato de Córdoba –en concreto bajo el gobierno de Muhammad I (852-886), y refortificado durante el Califato a partir del año 929, podemos afirmar que el recinto de la Almudaina árabe es algo más reducido de lo que suponían los investigadores y estudiosos hasta la fecha.

El tramo descubierto se encamina directamente hacia la «terraza-mirador» edificada con piedra de jardinería que algunos sospechaban, y puede que se confirme con los presentes trabajos, podría tratarse de un solitario cubo o torreón arruinado milagrosamente superviviente y que en reformas y recubrimientos de piedra y adoquines haya quedado camuflado de tal forma que hoy no nos llama apenas la atención, y se encuentra convertida en inmejorable plataforma para los guías que acompañan a los turistas para mostrarles el magnífico conjunto Palacio Real-Catedral.

De esta manera, el desarrollo hacia el norte de la muralla «árabe» se «acortaría», al menos, en unos 15 metros, y descendería hacia la actual plaza de la Armería (ahora, y cada vez con mayor frecuencia, denominada «Explanada de la Almudena») en un punto intermedio entre el pabellón de entrada al Palacio y el correspondiente a las dependencias del Arzobispado que muestra la magnífica estatua del Apóstol San Pedro.

Queda jardín por excavar hasta el corte bajo el nivel geológico de la actual calle de Bailén, y seguro que aparecen más restos; por no seguir hablando e insistiendo en los que casi con total seguridad subsisten en la parte del jardín que se inicia en la fachada trasera del edificio nº 5 de la calle del Factor.

En fin, que los amantes de la historia y del patrimonio histórico-artístico de Madrid estamos de enhorabuena: ya disponíamos de los 120 metros de muralla existentes en el parque del Emir Muhammad I y Cuesta de Ramón; a los que hay que añadir los al menos 70 metros de muralla aparecidos en los trabajos de excavación y construcción de la futura sede del Museo de Colecciones Reales, y ahora vamos a añadir los tramos de muralla que están apareciendo en el jardín de Larra. ¡A seguir con los trabajos y a enriquecer nuestro patrimonio!

Adenda: El sábado 17 de noviembre, el que suscribe, en nombre de LA GATERA DE LA VILLA se ha podido acercar para obtener algunas fotos diurnas que nos hagan más cabal cuenta de la estructura fortificada descubierta. No se observan progresos en la excavación, ni tampoco se ha ampliado la cata, desde el pasado jueves. Mi impresión es que la magnitud del descubrimiento, creo que bastante inesperado ante el magnífico estado de conservación del tramo aparecido, y del supuesto cubo, ha obligado al equipo de arqueólogos, de quienes depende básicamente el trabajo de restauración y consolidación del «pretil-muralla» de Factor-Rebeque, a replantearse las sucesivas etapas de excavación, ya que deja unas líneas básicas de continuación que, si a ojos de un profano, resultan bastante evidentes, qué decir ante la experiencia y conocimientos de los técnicos en arqueología. ¿Supondrá el descubrimiento de este tramo de muralla emiral-califal y los que posiblemente queden al descubierto sucesivamente un encarecimiento del presupuesto aprobado inicialmente?

Sin más consideraciones de momento, aquí tenéis las imágenes obtenidas en la referida fecha de 17 de noviembre sobre las 13:20-13:30 horas del mediodía. Simplemente añadir que se ha colocado una valla y la correspondiente lona alrededor de la cata, lo que dificulta la obtención de imágenes y que a lo numerosos viandantes de la zona puede suponer un foco de atracción para la captación de fotografías.

Los únicos que vi haciendo fotografías junto al descubrimiento fue a una joven pareja de recién casados. La recién desposada, con su vestido blanco de pureza, no tuvo ningún inconveniente en rebasar el pretil con albardilla granítica, eso sí, ayudada gentilmente por su flamante marido y dos voluntariosos fotógrafos profesionales. Lógicamente, y en un día tan especial para ello, no le prestaron ninguna atención al yacimiento arqueológico.

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8 comentarios

  1. Soy Esther Andreu, la arqueóloga que excavó en Madrid la Plaza de Oriente y posteriormente la muralla musulmana y las casas medievales para el Museo de Colecciones Reales que en algún momento se abrirá y todo el mundo podrá visitar estos los restos arqueológicos a los que me acabo de referir. No se quien escribe este artículo asegurando solamente con mirar por una valla que los restos arqueológicos que están apareciendo en Rebeque se corresponden con la muralla musulmana. Quiero mostrar mi indignación aún a sabiendas de que nada es más osado que la ignorancia. En primer lugar, que yo sepa, la Dirección General de Patrimonio no ha confirmado tal hecho. En segundo lugar, no se qué arqueologos están trabajando ahí, pero la arqueología es un trabajo muy serio, científico, y que en una miradita no se puede hacer una interpretación histórica. Hay que dejar que los profesionales trabajen y en su momento son ellos los que darán los resultados que tengan que dar y si hasta ahora no lo han hecho es porque están iniciando sus trabajos. En tercer lugar quiero decir, que lógicamente (y si no miren la planimetría de 1750), ahí había manzanas de casas que desaparecen con Sabatini y sus obras del entorno del palacio, y posteriormente con el gobierno francés. Así que es absolutamente lógico que aparezcan cimentaciones de edificios de diversas épocas, incluido en un nivel más inferior estructuras medievales. No es sorprendente, es lo normal, lo esperable. También sabemos que ese muro de contención se construye en el s. XIX (leer a Ruiz Palomeque). Y finalmente, con mis ojos de experta en este tema de la muralla islámica y haciendo algo osado de evaluar las fotografías que muestran como prueba irrefutable, tengo que añadir que esos muros que no parecen tener más de 80 cm de ancho, presentan la medida normal de los cimientos de cualquier edificación, pero nunca de una muralla. En concreto esta muralla islámica de Madrid tiene 3 m de ancho. Nada que ver con lo mostrado.
    Comprendo que a los amantes de la historia de Madrid les encantaría descubrir algo tan importante para nuestra historia. Pero les rogaría que guarden su bola de cristal y dejen a los investigadores trabajar. Ellos con seriedad y rigor, analizando los materiales que salen en cada nivel y la relación existente entre ellos, además de muchos más datos, dirán en su momento lo que tengan de decir, pero por favor dejen de ver murallas, torres y norias medievales por todas partes. No es que sea osado, es insultante para los investigadores que trabajamos en ello. Sin duda en su momento nos darán la interpretación correcta, y piensen que aunque no sea la muralla, ni medieval, sería igualmente valioso para nuestra historia. Seamos serios y respeten a los arqueólogos, que entre los políticos y los iluminados hacen mucho daño a la Historia de Madrid, que es el objeto de mi investigación desde el año 92, y cuyo trabajo amo y respeto les aseguro tanto o más que ustedes.

    • Hola Esther
      Aunque no me convencieron todavía las fechas que aportaste en 2011 para los principios históricos de Madrid como ciudad, te respeto como arqueóloga que ha estudiado la muralla musulmana y te considero una verdadera profesional. En el número 77 de la revista Madrid Histórico de Septiembre-Octubre 2018, he publicado un artículo que fue una llamada de atención a la prudencia antes de publicar afirmaciones sin ceñirse escrupulosamente a los informes arqueológicos profesionales y oficiales del momento. También he puesto el 21 de junio 2018 en el Foro del viejo Madrid un escrito titulado Profesionales e intrusos. Aunque algunos autodidactas sin formación especializada puedan tener aciertos, no aportan ninguna garantía al hacer afirmaciones precipitadas.
      Un cordial saludo
      Anne Barcat

    • Estimada Sra. Andreu:

      Mi nombre es Julio Real, y soy miembro integrante del equipo que coordina, edita y publica la revista digital LA GATERA DE LA VILLA http://www.gateravilla.es/category/revista/

      Soy el autor del breve reportaje en el que doy cuenta del descubrimiento de un tramo de la muralla emiral en los jardines de Larra. Lo que originalmente era una “entrada” que publiqué en nuestro perfil de Facebook al que tienen acceso seguidores y amigos de nuestra revista, le pareció al director de EL HERALDO DEL HENARES de suficiente interés para publicarlo en su más que digno diario.

      Antes que nada, manifestarle mi absoluto respeto y consideración por su trabajo, que conozco desde que entre 1994-1997 codirigió en una primera fase con el profesor Retuerce y en una segunda, ya en solitario, los trabajos de excavación e investigación de la Plaza de Oriente y Calle de Bailén; y por supuesto los trabajos de excavación del ámbito destinado a la construcción del futuro Museo de Colecciones Reales a partir de 1999, en el que aparecieron, entre otros elementos, unos 70 metros de muralla emiral, parte del trazado urbano y caserío intramuros datados, por ud., en período posterior a la reconquista castellana. Elementos arquitectónicos integrados en el edificio que se destinará al futuro Museo de Colecciones Reales, y cuyas fechas de inauguración van dilatándose en el tiempo año tras año, y que esperamos ver “in situ” en algún momento futuro más o menos inmediato (esa ya es cuestión de Patrimonio Nacional).

      Admito que debería haber utilizado el condicional al anunciar la aparición de la supuesta muralla emiral en los jardines conocidos por el busto del escritor romántico Larra y no haber hecho esa identificación de manera tajante. No obstante, la amplia cata abierta, hace alrededor de dos semanas, muestra un notable muro de mampostería, sobre cuya “fachada” exterior apoya una sólida construcción cuadrangular, me confirmaba en su apariencia de construcción fortificada, recordándome su aspecto a la muralla constatada en el parque del Emir Mohamed. Además aparece prácticamente en el mismo punto en que los especialistas teorizan sobre el trazado de la muralla árabe.

      Desde luego que la Dirección General de Patrimonio no ha efectuado ningún avance de las excavaciones que se vienen efectuando. Imagino que no tendrá nada que ver la circunstancia de que las obras de “restauración de la muralla” –así reza el cartel de obras que delimita el área que se restaura del pretil-muralla que sustenta la calle de Rebeque- se están efectuando a instancias de gestión y financiación de nuestro Ayuntamiento, según la licitación de los trabajos:

      https://www.licitaciones.es/branch/obras-y-servicios-medioambientales/obras-de-restauraci%C3%B3n-de-muralla-cristiana-en-calle-bail%C3%A9n.-jardines-larra?searchProfileId=1825&user=&token=&uuid=4cb8b38d-00b1-4c44-b358-c699aba8fd23

      Mi interés particular desde hace muchos años (a partir de 1983) por la divulgación y preservación patrimonial de nuestra ciudad y el hecho constatado de que en ocasiones anteriores no parece haberse materializado por parte de las administraciones públicas la obligación impuesta por la Ley de Patrimonio Histórico acerca de la puesta en valor y divulgación entre los ciudadanos de restos arqueológicos relevantes – y los recintos fortificados madrileños lo son desde su declaración como monumento en 1954- como ha sucedido recientemente con la supuesta aparición de restos de la muralla cristiana en la plaza de los Carros https://www.elmundo.es/madrid/2018/08/05/5b65e476e5fdeab13b8b45bb.html me impulsó a dar a conocer lo antes posible la noticia de la aparición de estos restos arqueológicos.

      Coincido plenamente en que habrá que estar, en todo caso, y como bien afirma, Sra. Andreu, a los resultados de los trabajos que diligentemente se encuentran efectuando los especialistas en la materia, y que se harán públicos en cuanto se disponga de unas conclusiones acerca de los restos que van apareciendo acordes con sus resultados empíricos.

      Tengo absolutamente presente, que la mayor parte del área que actualmente es jardín, incluyendo parte de la actual calle de Bailén, se encontraba edificada hasta mediados del siglo XIX, subsistiendo aún alguna construcción a comienzos del siglo XX.

      Quizá el muro aparecido se corresponda con la cimentación de la fachada sur de la desaparecida Casa Palacio del Príncipe de Esquilache, edificada en el siglo XVI por el Factor D. Fernán López de Ocampo, del que toma su nombre la actual calle del Factor, y demolida en 1846; o bien se corresponda con la fachada norte de la Casa Palacio del Marqués de Villagarcía, demolida en tiempos de la ocupación francesa, reconstruida en el siglo XIX y nuevamente y definitivamente derribada en los inicios del siglo XX. Entre ambas construcciones palaciegas discurría, en pronunciada cuesta la calle del Viento, que uniría la del Factor con la reciente de Bailén. Es posible que con el muro descubierto se haya puesto a la vista bien el límite norte de esta mentada calle del Viento, o bien su lateral del mediodía.

      A la espera de la publicación de los primeros resultados de los trabajos en marcha que, sin duda, enriquecerán y animarán notablemente un debate fructífero en torno al patrimonio y el devenir histórico de nuestra ciudad no sólo en los círculos de los especialistas, si no –y este es un deseo personal- también a nivel de los ciudadanos de a pie, y reiterándole mi profundo respeto por su labor y la de sus colegas, reciba un cordial y afectuoso saludo.

      Julio Real.

    • Estimada Esther.
      Afortunadamente he tenido ocasión de leer hace unos días la «Memoria final de la actuación arqueológica» que ha sido llevada a cabo en 2020 por la empresa Reno Arqueología bajo la dirección técnica del arqueólogo don Juan José Cano Martín. Y, efectivamente, dicha Memoria corrobora al cien por cien la interpretación que se hacía en el artículo inicial de este hilo.
      Nunca pensé que esa interpretación que originó tu comentario inicial fuera fruto de la ignorancia, ni surgida de la bola de cristal de un iluminado, ni consecuencia de ninguna osadía fuera de lugar. De hecho, yo mismo compartía plenamente dicha interpretación. De acuerdo: surgió cuando el autor del artículo «miró por una valla». Pero si quien mira por una valla tiene en sus espaldas el bagaje de un profundo conocimiento histórico sobre aquello que mira, entonces la osadía desparece y se convierte en aviso fundado y muy a tener en cuenta por todos aquellos que tengan algo que pinchar o cortar en la recuperación de nuestro pasado.
      Efectivamente, la Memoria que he consultado considera que hay seguridad de muralla en una de las zanjas (fecha por termoluminiscencia: 880±68) y probabilidad cierta en las otras dos.
      En conclusión, no dejemos pasar esta ocasión: se nos ofrecen casi 60 nuevos metros de muralla árabe, en su flanco oriental, esquina nordeste y arranque del cierre norte. Admitamos la validez de todas las voces (sin descartar a priori las que no corresponden a profesionales y técnicos) y trabajemos juntos para que en un futuro próximo esta muralla esté visible.
      https://www.gateravilla.es/la-gatera-de-la-villa-no-41/

  2. José Manuel Castellanos Oñate

    Gracias a Julio Real por la noticia. La situación de esos restos coincide bastante bien con el lugar donde se viene ubicando desde hace décadas la hipotética esquina noreste del recinto emiral: Francisco Marín Perellón (1987, 2004), Pilar Mena Muñoz (1990), Fernando Valdés Fernández (1990), Antonio Fernández Ugalde (1996), Antonio Malalana Ureña (1999) y otros. Si son restos de aquella esquina de la muralla lo tendrán que decir los arqueólogos que están llevando la intervención: por informaciones particulares a las que doy crédito total, sí piensan que es muralla. Parece por ello que, de momento, la hipótesis es perfectamente razonable. Y un ruego a todos los que intervienen profesionalmente en estos asuntos: háganse públicos los resultados de todas estas intervenciones, cosa que no ocurre prácticamente nunca. Y, si no es demasiado pedir, que no se tape lo encontrado: en el lugar donde está, no creo que moleste a nadie.

  3. La «restauración» o «reconstrucción» parcial que se viene efectuando en la «muralla-pretil» de las calles de Rebeque y Factor, de Madrid, viene recibiendo numerosas críticas por el empleo de materiales, como bloques de hormigón blanco de cara vista rugosa que se vienen empleando para rellenar las lagunas de estos paramentos. El diario monárquico «ABC» se hace eco de esta circunstancia, y de las críticas que está dirigiendo la Dirección General de Patrimonio Histórico a la obra restauradora patrocinada por el Ayuntamiento de la Villa y Corte: https://www.abc.es/espana/madrid/abci-expediente-ayuntamiento-tocar-sin-permiso-muro-protegido-201901200049_noticia.html

    No obstante, hay una información muy positiva. Con motivo de los trabajos de apertura de sondeos y catas arqueológicas efectuadas por RENO ARQUEOLOGÍA a instancias de los trabajos efectuados por Construcciones ORTIZ, parece confirmarse la importancia de los hallazgos arqueológicos que se han efectuado en los jardines de Larra. Un basurero de cronología islámica, con restos de carbones de animales y cerámicas y, por supuesto, y como colofón de los mismos, parece confirmarse la aparición de «restos de la antigua muralla islámica». Espero que el informe arqueológico se haga público antes de varias décadas, y que los restos sean debidamente excavados, investigados y puestos a la vista de los ciudadanos. Hay una gran superficie de jardín pendiente de excavación. El Madrid emiral-califal espera su turno para ver la luz.

  4. Agradezco vuestras aportaciones pero agradecería que la D.G. de Patrimonio dejara de mantenerse tan callada y nos fuera dando información. Todos aventuramos que el jardín de Larra es una fuente muy importante de información pues por allí ha de encontrarse la parte de muralla que cierre el primitivo Madrid.
    Todas estas «anómalas» interpretaciones se obviarían si Patrimonio estableciera una semana de puertas abiertas donde los expertos fueran informando de lo hallado, y se dejara de poner vallas verdes intentando evitar que metamos las narices los interesados en el tema y que siempre podríamos aportar algo a los «sabiondos» que se creen omnipotentes. Prueba de su omnipotencia es la barbaridad cometida en las fachadas de la Capilla del Obispo, la sustitución de la Capilla de San Isidro por la tercera iglesia de San Andrés, la muralla debajo de Bailén 12, la desaparición de la fachada de la segunda iglesia de San Andrés, etc.

  5. Quiero añadir a un comentario que hice anteriormente sobre la prudencia a la hora de aportar datos no profesionales en plan arqueológico, que Julio Real, gran amigo mío desde hace años, ha dado pruebas suficientes de ser un aficionado no solamente intuitivo, sino también serio y riguroso a la hora de investigar con sus propios medios, sacando fotografías a pesar de multiples barreras e impedimentos en el terreno. Es una persona que comparte desde hace años sus conocimientos sobre la historia de Madrid, con visitas culturales, artículos en revistas, principalmente La Gatera de la Villa en la que escribe como redactor desde su fundación en 2009. Las aportaciones suyas permiten informarnos gráficamente y con muchas explicaciones coherentes sobre los restos encontrados en los jardines de Larra hasta que tengamos los datos definitivos de RENO ARQUEOLOGÍA (Empresa contratante: ORTIZ S.A. Ayuntamiento de Madrid) .
    Aparte de esto, quiero también decir que si confío en la profesionalidad de los arqueólogos (entre ellos cuento con unos cuantos amigos), desconfío de la Dirección General del Patrimonio que frecuentemente nos ha decepcionado como pasó con la Fuente de los Caños del Peral, el lienzo de muralla árabe de la Cuesta de la Vega y muchos otros restos de importancia.

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