sábado , 20 abril 2024

Carta semanal del obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara: ‘El tiempo Cuaresmal’

La Iglesia nos invita un año más a vivir el tiempo cuaresmal como ocasión propicia para avanzar en el camino de la conversión a Dios y a los hermanos. El Santo Padre, en el mensaje publicado con este motivo, nos recuerda a todos los cristianos que la conversión pasa siempre por la renovación de la fe, la esperanza y la caridad.

En todos los momentos de la vida, pero especialmente en el tiempo cuaresmal, los cristianos recibimos la invitación de Dios a creer, a confiar en Él, a abrirle las puertas de nuestro corazón y a dejarle entrar en nuestra existencia. Jesucristo, lleno de gracia y de verdad, viene a nosotros cada día en los sacramentos para que experimentemos la ternura del Padre celestial y para que vivamos en plena fidelidad a su voluntad.

Pero la fe en Jesucristo muerto y resucitado es también una oportunidad para renovar la esperanza. Fe y esperanza caminan íntimamente unidas. Esperar en el Señor y en el cumplimiento de sus promesas nos recuerda que la historia no termina con nuestros errores, violencias e injusticias. La misma contemplación de nuestros pecados a la luz de la fe eleva nuestra esperanza, porque nos invita a experimentar y celebrar el amor, el perdón y la infinita misericordia de nuestro Dios en el sacramento de la reconciliación.

Este perdón recibido de Dios por pura gracia nos mueve a actuar como instrumentos de esperanza y reconciliación en las relaciones con nuestros semejantes. Para ofrecer esperanza a los hermanos, en ocasiones, basta con ser personas amables, que dejan a un lado sus ansiedades y urgencias para prestar atención, para regalar una sonrisa, para decir una palabra de aliento en medio de tanta indiferencia (FT 224).

La caridad, concreción de la fe y de la esperanza, llena de sentido nuestra existencia. Gracias a ella, todos los seres humanos, especialmente los marginados por la sociedad, son reconocidos como miembros de nuestra familia, de la familia de los hijos de Dios. Por eso, cuando compartimos lo poco que somos y tenemos con los demás, experimentamos el gozo del encuentro y la felicidad de la entrega. La caridad, que nos impulsa a cuidar de nuestros semejantes, hemos de mostrarla en todo momento a quienes experimentan sufrimiento, soledad, angustia ante el futuro y paro laboral como consecuencia de la pandemia provocada por el coronavirus. En medio de tanto dolor, el Señor nos grita con infinita ternura: “No temas, yo estoy contigo”.

Atilano Rodriguez

Con nuestra oración, ayuno y limosna, acompañemos a Cristo en el camino hacia la cruz, dejándonos iluminar por la luz de su resurrección. Así, purificados de nuestros pecados, podremos participar de la alegría y de la vida nueva que Cristo nos regala con su victoria sobre el poder del pecado y de la muerte. Con mi sincero afecto y bendición, buen itinerario cuaresmal.

Atilano Rodríguez, obispo de Sigüenza-Guadalajara

NOTA DE LA REDACCIÓN: EL HERALDO DEL HENARES acepta el envío de cartas y artículos de opinión para ser publicados en el diario, sin que comparta necesariamente el contenido de las opiniones ajenas, que son responsabilidad única de su autor, por lo que las mismas no son corregidas ni apostilladas.

     EL HERALDO DEL HENARES se reserva la posibilidad de rechazar dichos textos cuando no cumplan unos requisitos mínimos de respeto a los demás lectores o contravengan las leyes vigentes.

Acerca de El Heraldo del Henares

Diario digital de Guadalajara y el Corredor del Henares fundado en 2009.

Ver también

Carta del obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara: ‘Carta a los niños de Primera Comunión’

Queridos niños de Primera Comunión: Se va acercando el día tan esperado. Un día señalado, …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.