Ahora que se está recordando la tragedia ocurrida hace un año por la última inundación que sufrió la zona de Valencia y que dejó 229 muertos y 2 desaparecidos, es imposible no sentir rabia y asco al ver el funeral celebrado el pasado 29 de octubre de 2025 en el que los familiares de las víctimas tuvieron que compartir su dolor con los verdaderos responsables de las muertes de sus seres queridos, LOS POLÍTICOS.
Las riadas, inundaciones, gotas frías, ahora DANAS, son un fenómeno climático natural que lleva ocurriendo en la zona de Valencia y en todo el Mediterráneo desde hace millones de años y que se tenga constancia histórica, desde hace milenios; mucho antes de la Revolución Industrial y, por supuesto, mucho antes de que se acuñara el término “cambio climático”. Es decir, para que lo entiendan los alarmistas del clima, es un fenómeno natural que ha ocurrido siempre y seguirá ocurriendo con independencia de la actividad humana. Un fenómeno que no se puede evitar, aunque sí se pueden y se deberían paliar sus consecuencias.

Además, las DANAS no son fenómenos imprevistos u ocasionales como por ejemplo una erupción volcánica o un terremoto, que, aun siendo también fenómenos naturales cíclicos, son prácticamente impredecibles en el tiempo. Ya que las DANAS se repiten cada año, como un reloj, entre los meses de septiembre a noviembre, con distinta intensidad pero siempre en las mismas zonas, que son los barrancos y ríos que desembocan en el Mediterráneo.
Aunque cada cierto tiempo, por esos avatares que ha tenido la Madre Tierra a lo largo de toda su historia, en ocasiones se producen precipitaciones de más de 300l/m2 al día en una misma zona, vamos que llueve muchísimo. Y esos barrancos y ríos no pueden soportar la inmensa cantidad de agua y se desbordan descontroladamente arrasando con todo.
El 14 de octubre de 1957 se produjo la última gran inundación en Valencia, antes de la sufrida el 29 de octubre del 2024, provocando el desbordamiento del río Turia que a su paso por la capital valenciana causó 81 muertes.

Pues bien, ante esta tremenda catástrofe ocurrida en 1957 y a pesar de que causó un tercio de las muertes ocasionadas en la de 2024, el Consejo de Ministros del por entonces dictador Francisco Franco tardó únicamente 9 meses en iniciar una obra faraónica para desviar el cauce del río Turia a su paso por Valencia, salvando así a la población valenciana de futuras inundaciones. Obra que sin duda salvó la vida a miles de personas el pasado 29 de octubre de 2024, teniendo en cuenta la alta población de la capital valenciana.
Isaac Moreno Gallo es un ingeniero civil, historiador y divulgador en televisión y redes. En el imperdible vídeo que pueden visionar más abajo el Sr. Moreno, un experto que sabe de lo que habla, es decir, no es un político, explica de forma cristalina cuáles fueron las causas de la catástrofe ocurrida en la DANA de Valencia, dejando entrever quiénes fueron sus máximos responsables.
Así, en el video pueden deducirse dos tipos de responsabilidades sobre la catástrofe: Una, que aun siendo grave tenía una solución a posteriori, como fue la tremenda negligencia de los ayuntamientos que durante los últimos 50 años han ido concediendo licencias urbanísticas en zonas que sabían eran 100% inundables. Y otra, imperdonable y que ha llevado directamente a la muerte a todas las víctimas de esta última DANA, cuyos máximos responsables directos son todos los gobiernos centrales y autonómicos desde el inicio de la democracia, por su inacción para acometer obras civiles encaminadas a controlar las más que seguras inundaciones que sabían que se iban a producir y que se seguirán produciendo.
Aquí pueden visionar este magnífico video:
El Plan Sur, la obra acometida en el año 1958 y que desvío el cauce natural del río Turia, es el ejemplo vivo de lo que debería hacerse para paliar los efectos de una DANA y que sin duda sirvió para salvar, seguramente, miles de víctimas y cientos de millones en pérdidas y daños materiales que sin duda habría provocado esta última DANA de haber transcurrido por su cauce natural atravesando la ciudad de Valencia. Y todavía hay necios, muchos de ellos políticos eco-verdes, unos peligrosos anormales, que reivindican que se devuelva el cauce natural al hermano río Turia.
El otro ejemplo, el de los criminales, que es por desgracia el que sucedió el pasado 29 de octubre de 2024, es la inacción de todos los gobiernos centrales y autonómicos de los últimos 50 años, al no realizar, y proyectos no han faltado según indica el Sr. Moreno en su video, una obra civil para encauzar y controlar las seguras inundaciones que sabían se iban a producir en los barrancos que trascurren a través de las poblaciones y áreas urbanas surgidas en los últimos 50 años.
En 1958 el caudillo Franco, con dos tercios menos de muertos que ahora y con menos medios y tecnología, tardó 9 meses en dar comienzo a una obra para salvar a la ciudad de Valencia de futuras inundaciones. Ahora, con dos tercios más de muertos, más y mejores medios técnicos y con la mayor recaudación de hacienda de la historia, los vecinos de las zonas inundadas pueden esperar sentados a que los gobiernos de Pedro Sánchez o de Carlos Mazón vayan a realizar una obra que evite que mueran ahogados en la próxima gran DANA que se produzca. A lo sumo, Sánchez y Mazón les recomendarán que se compren un coche eléctrico o intenten abrir los tapones de plástico pegados a la botella, y eso sí, les avisarán con un sonido estridente en su móvil antes de que la próxima inundación se lleve todas sus pertenencias o incluso su propia vida.
Se ve que a pesar de la ingente recaudación no hay dinero para hacer obras civiles que salven vidas, pero sí, para gastarlo en putas y cocaína. Ya saben, el estado del bienestar que disfrutan unos pocos con el dinero de todos.
Todavía a día de hoy, después de un año desde la tragedia, es vomitivo tener que asistir a la típica guerra de políticos echándose la culpa los unos a los otros. Aunque en esa guerra de relatos el más hábil siempre ha sido Pedro Sánchez y el más torpe, como de costumbre, es un politiquillo del PP, en este caso el tontorrón Mazón. Todavía recuerdo su: “Gracias Pedro por venir “, mientras Pedro, alías “El galgo de Paiporta” calculaba las horas, los días, sin hacer nada, mientras la gente moría, con su: “Si necesitan ayuda que la pidan”, para que corriera el tiempo y el marrón se lo comiera enterito el tontorrón de Mazón. La verdad es que hay que reconocer que Pedro es un crack, para hacer el mal, pero un crack.
Por desgracia para lo único que ha servido esta DANA, es para que ahora, los políticos, nos alarmen con un sonido estridente e insoportable en nuestros móviles ante el más leve batir de alas de una mariposa. Como por ejemplo hemos podido sufrir en nuestra propia ciudad, Guadalajara, en la que se han cerrado parques y piscinas 12 horas antes de que supuestamente fuera a ocurrir una terrible tormenta sin que al final cayera una sola gota de agua. Algo que al final terminará por ser contraproducente y como en la fábula “Que viene el lobo” si se empieza a sobre alertar a la población por nimiedades, al final no se le dará importancia a las alertas. Y cuando realmente haya una alerta real e importante la gente no estará preparada.
Porque si la ciudadanía de verdad espera que la basura política que sufrimos en nuestro país vaya a hacer algo efectivo por salvar vidas, como obras civiles que palien los efectos de una DANA, será mejor que esperen a que llegue cualquier dictadorzuelo, o incluso si me apuran, hasta una rata de alcantarilla, que seguramente lo harían mucho mejor que nuestros actuales políticos.
Fernando Arias Clemente. Guadalajara
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El Heraldo del Henares
