Médicos, asociaciones, pacientes y partidos políticos de todos los colores han denunciado el nuevo escándalo de la precaria sanidad pública de Castilla La Mancha: a las interminables listas de espera, en los últimos puestos de toda España, se suma ahora el hecho de que miles de mujeres dependientes del área de sanidad de Talavera de la Reina (Toledo) llevan cerca de medio año de retraso en sus pruebas de cribado para la detección y prevención del cáncer de mama.
Y todo porque en mayo de este año se procedió al cierre del Centro Médico de Diagnóstico de Talavera y tanto el servicio de radiología del hospital público talaverano como una clínica privada a la que se derivaban estas mujeres fueron incapaces de llevar a cabo todas las citaciones y pruebas pendientes.
En total, se calcula, unas 3.000 mujeres llevan más de cinco meses de retraso en sus mamografías, lo que podría impedir detectar algún tumor en su fase temprana, la más adecuada para ser tratado con éxito.
El Gobierno de García Page se ha tratado de defender señalando que tanto el hospital talaverano como la clínica Quirón, conveniada para estos cribados, han estado atendiendo a las mujeres, pero lo cierto es que según los profesionales sanitarios esto no es así, ya que es imposible realizar miles de cribados a tiempo con el centro de Diagnóstico cerrado, máxime cuando en el hospital público talaverano apenas están cubiertas la mitad de las plazas de radiólogos.
Esta falta de atención médica y recortes sanitarios han llevado a los partidos de oposición, PP, Vox y Podemos, a criticar duramente la gestión del Gobierno de García Page en materia sanitaria.
Por un lado, la portavoz del PP de Castilla-La Mancha, Alejandra Hernández, ha calificado de ‘auténtica vergüenza’ la paralización durante cinco meses de los cribados de cáncer de mama en Talavera de la Reina.
“Si ahora a alguna de esas mujeres se ve que tiene, por desgracia, un cáncer, también será un bulo. ¿Saldrá Page a decirnos que eso también es un bulo? Porque esto lo que ya es, es una vergüenza absoluta, la gestión del PSOE en sanidad”, ha añadido.
“Durante cinco meses no se ha hecho ni una sola mamografía en Talavera. En mayo y junio lo taparon, en julio y agosto se fueron de vacaciones, y en septiembre siguieron sin hacer nada. Ahora, en octubre, anuncian una nueva licitación como si no hubiera pasado nada”, ha finalizado.
Por su parte, el presidente del Grupo Parlamentario Vox en las Cortes de Castilla La Mancha, David Moreno, ha anunciado que exigirá en el parlamento regional una auditoria tras conocerse el colapso del Servicio de Radiología del hospital talaverano y el caos en el programa de cribado de cáncer de mama.
Moreno ha denunciado que el consejero “vuelve a escurrir el bulto y a negarse a asumir responsabilidades, como ya hizo con las intoxicaciones en el hospital universitario de Toledo, por lo que ante el oscurantismo, las excusas, las mentiras e incoherencias del consejero es necesario aportar luz y taquígrafos para que admita el error y lo resuelva”.
Más duros han sido en la formación de izquierdas, Podemos, donde su coportavoz castellanomanchego, José Luis Gascón, ha pedido la dimisión del consejero de Sanidad de la Junta, Jesús Fernández, por el ‘escándalo de los cribados del cáncer de mama‘ en la región.
Gascón ha añadido que “poner en riesgo la vida de, al menos una docena de mujeres, según las probabilidades de detección de mujeres con cáncer en los cribados, es motivo más que suficiente para que haya dimisiones que se cobren las consecuencias de la responsabilidad política en el escándalo”, que ha comparado a lo ocurrido en la sanidad andaluza.
Finalmente, la coordinadora regional, Irene Arcalá Tarriño, ha finalizado señalando que el “responsable
directo de poner en riesgo la vida de esas mujeres es Page porque el escándalo es consecuencia directa del modelo de privatizaciones de su gobierno, y las privatizaciones matan».
El Heraldo del Henares


